Desde que se decidió instalar una playa de estacionamiento de camiones y transporte pesado en «la vieja» Federación se pensó en quién estaría allí. Se abrió una licitación. No fue nadie. Se abrió por segunda vez la licitación. Tampoco nadie se presentó. Hasta que apareció Víctor «el Vikingo» Suárez, hijo del gomero y empleado municipal Roque Suárez.
Cuando FEDERACIÓN AL DÍA se dirigió hacia el ex emplazamiento, más concretamente a la esquina de Gobernador Cresto (ex Hermanas Betancourt, la calle del Museo de la Imagen) y Sixto Ríos, Víctor Suárez tomaba mates con su amigo Carlitos. Después llegaría su novia y pareja. El lugar permanecía vacío; son dos hectáreas de campo donde solamente está la muy bien colocada casilla de madera y el alambrado perimetral con sus columnas de cemento y su alambradp. Además, claro, de algunos árboles y las columnas de alumbrado; son seis columnas con cuatro luminarias cada una.
-Contános, por favor, cómo y cuándo empezaste con ésto.
-Esto es mi nueva casa, mi nuevo proyecto. Yo me enteré que se largó a licitación a través del facebook. Me enteré y me interesó rápidamente; fui a hablar con la Municipalidad; pedí los pliegos; me presenté con mis cositas chiquitas y no se presentó nadie. Fui la segunda vez y tampoco se presentaron, y uno que es cabezón y tozudo quiere progresar y seguir para adelante…Me presentó otra vez y le gané la pulseada.
-¿Qué fue lo que te atrajo de venir a instalarte a un lugar donde no hay nada y que tenés que estar las 24 horas?
-Lo que pasaba era que, atendiendo mi gomería allá, yo hice muchos cursos de cómo trabajar la madera, Es como que la gomería me estaba quedando chica y yo buscaba aprender en otros rubros como el de aprovechar la madera. Hice cursos de carpintería, electricidad. que me alejaban de la gomería. Y este desafío, con todas mis ganas y todo eso, se dio como algo bastante serio y como tal lo bauticé. Se llama «Estacionamiento de Camiones Malvinas Argentinas». Ya desde el nombre se planteó como algo serio y mi cabeza fue otra a partir de esto.
-¿Desde cuándo hace que estás aquí?
-Desde el 14 de septiembre estoy acá. Dejé pasar una semana para que me colocaran los servicios, el agua y eso. Ese día ya estaba plantada la casilla pero tuve que esperar por la cloaca y todo eso.
-¿Qué pidió la Municipalidad que respetes y qué cosas les pediste vos a ellos?
-Y…Alguien como yo que no tiene toda la plata junta siempre tiene que negociar. Lo que se negoció fueron mis ganas de estar…Por ejemplo yo tengo que ser monotributista, pagar un buen seguro, tener un servicio de cámaras de vigilancia. Esas cosas me pidieron. Yo quiero poner unos baños primero. Y quiero que el camionero, que sale a las tres o cuatro de la mañana o un domingo a las seis de la tarde y no hay nada a esa hora o en esos días, tenga un sandwich, agua caliente o esas cosas. Yo hablo con los camioneros y ellos me sugieren algunas cosas útiles como un cajón con tacos o cuñas de madera para poner en las ruedas, por ejemplo.
Víctor no menciona los $ 60.000 que sí negoció porque no los tenía y era el dinero que se planteó en la licitación. Pero sí menciona algo que el presidente del Concejo Deliberante negó en su oportunidad y que es lo inundable del terreno. «Todos saben que esto era una laguna y que se rellenó; bien o mal pero se rellenó», dijo. Habló de la limitación del uso del terreno cuando llueve ya que gran parte de las dos hectáreas se inundan. «La parte donde está la casilla es muy blanda porque está en la pendiente por donde va el agua», explicó. El terreno de la playa de estacionamiento está inclinado de este a oeste, desde donde sale el sol hacia la Sixto Ríos.
Víctor no cobra sueldo. No tiene un contrato. Tiene una gomería en su casa, a la que ha dejado para estar todos los días, todo el día, en esta playa de estacionamiento. El proyecto es a largo plazo y ambicioso pero durante dos años (hasta septiembre del 2019) deberá hacer buena letra para que se le extienda por un plazo igual después de esa fecha. Mientras tanto «el Vikingo» está. Este jueves 9 de noviembre llegará el primer cliente, el primer camión que quedará en la playa de estacionamiento. Que a partir de ahí sigan yendo a la playa de estacionamiento los treinta camiones que siempre dan vueltas en la ciudad o son estacionados frente a Gendarmería o la YPF.
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