Cómo está el panorama hoy en el mundo del petróleo. La alta dependencia que tiene nuestro país de los hidrocarburos a nivel energético; el aumento del precio de la nafta pese a la caída de la cotización internacional; la presión de las empresas para bajar costos laborales y aumentar la rentabilidad. Una charla con Hernán Scandizzo del Observatorio Petrolero Sur, una entidad que ha investigado qué está pasando con los recursos naturales y sobretodo con las sociedades de esas localidades explotadas.
P (PERIODISTA): ¿CÓMO ESTÁ EL PANORAMA HOY?
(H.S.) HERNÁN SCANDIZZO: De lo que se trata hoy es de «surfear» un esquema que se fue consolidando en los últimos años: la alta dependencia, a nivel energético, casi exclusivamente de los hidrocarburos. Cerca del 90% de la energía depende de la combustión de gas y de petróleo. Hubo una fuerte apuesta, desde el 2012 en adelante, con YPF como mascarón de proa del avance de los combustibles no convencionales. Se intentó sostener el consumo energético del país básicamente con Vaca Muerta, yacimiento estrella ubicado en la provincia de Neuquén, y desestimando otras oportunidades y variables. Hacia el 2012, 2013, sucedió un desarrollo tecnológico que permitió la extracción de estos hidrocarburos y un mercado internacional que garantizaba la rentabilidad de este tipo de explotaciones, más caras que las convencionales. A partir de mediados del 2014 se produjo una baja sostenida del precio del petróleo crudo (que pasó de estar por encima de los cien dólares a estar por debajo de los cincuenta dolares). Esto produjo un estancamiento y hoy hay un compás de espera, y se está dando un reacomodamiento de todo el sector. Si bien desde el Estado nacional, algo que comenzó con el kirchnerismo y se sostiene con el macrismo, hay un sostenimiento del precio del barril más alto que el precio internacional.
P: PARA ENTENDERLO, ¿ESTO QUIERE DECIR QUE EL ESTADO PAGA MÁS DE LO QUE LA EMPRESA PODRÍA RECAUDAR VENDIENDO AL EXTERIOR?
H.S.: Los usuarios pagamos más. Porque viene por ahí la cuestión; durante el kirchnerismo había un subsidio a la energía y los usuarios, de alguna manera, estábamos participando de la renta petrolera. A medida que, en el gobierno de Cristina se incrementa el precio de la nafta; cuando a partir del 2014 se implementa el llamado «barril criollo», lo que se acentúa es la transferencia desde el bolsillo de quienes consumimos esos combustibles hacia las empresas petroleras. Entonces, ‘qué se hace? Lo que se denuncia es que se transfiere este recurso de la población hacia las transnacionales. Pero no solamente se transfiere riqueza hacia el sector empresario. También hay una transferencia hacia los estados que son rentistas, que se construyeron gracias a la dependencia de la extracción de hidrocarburos. Primero, estamos sosteniendo la rentabilidad de las empresas y, después, estamos sosteniendo la rentabilidad de estados que no democratizan ni actualizan la matriz económica, y presionan junto con sus empresas para que la Nación suba el precio del petróleo crudo. En este momento estamos en esta situación.
P: ¿NO SE SABE QUÉ MARGEN DE RENTABILIDAD SE LES ESTÁ GARANTIZANDO A LAS EMPRESAS?
H.S.: Y…No se sabe. Es viscoso. Por otro lado se usa esto para disciplinar a todo el mundo del trabajo petrolero. Con las amenazas de despidos, los recortes en los sueldos, los retiros voluntarios…Y lo que se ve es que gracias al gran desarrollo tecnológico de las empresas se reducen muchos costos. La tecnología tiene mucho que ver en cómo modifican el esquema de costos y utilizan esto para llevar adelante una explotación. Y lo que se está viendo también es como acortan la cadena de contratistas. Porque Vaca Muerta logró que se crearan una cantidad de capas, empresas que contratan empresas, y ahí es donde aparecen las burguesías, nacional y provincial, metidas en estos proyectos.
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