DENUNCIAN ESPIONAJE EN «EL DIARIO» DE PARANÁ.

Los trabajadores de prensa de “El Diario denunciaron hoy que durante una protesta para exigir el pago de salarios adeudados fueron filmados por un policía retirado.

La situación se suma a la decisión de la empresa editora de “El Diario” de suspender a un delegado gremial por protestas realizadas en diciembre pasado por el mismo reclamo.

“Para nuestra sorpresa, sufrimos un nuevo acto de persecución, ya no de la patronal, sino de un policía provincial que filmó la protesta y tomó fotografías de los trabajadores que no hacíamos más que ejercer nuestro derecho de manifestarnos. Este acto de espionaje policial fue ejecutado por un comisario retirado de nombre Luis Godoy, numerario de la Dirección Operaciones y Seguridad de la Policía de Entre Ríos”, señalaron los trabajadores.

Minutos antes, ese mismo policía, señalaron, se había presentado “espontáneamente” en la Redacción preguntando si la protesta que estaba previsto realizar se haría con corte de calle. “El hombre se identificó como policía pero no dio su nombre ni exhibió una identificación ni tampoco explicó el interés que tenía en la protesta”, explicaron.

Al respecto, demandaron una respuesta de parte del Gobierno de Entre Ríos, tanto el gobernador Gustavo Bordet, como el ministro de Gobierno, Mauro Urribarri, y el jefe de la Policía, Gustavo Maslein.

“El acto cobra importancia debido a dos cuestiones: los empresarios que nos deben nuestros sueldos y que ahora suspenden a un delegado gremial admitieron contar con filmaciones en las que supuestamente se respaldan para acusar a nuestro compañero de pintar las paredes de El Diario. Y el otro punto que le da trascendencia al hecho de que haya un efectivo policial es la vinculación de Nieto con Sergio Urribarri, ex gobernador y padre del actual ministro de Gobierno”, apuntaron.

En ese sentido, expresaron: “Desde hace más de un año los dueños de El Diario –el empresario fantasma Ramiro Nieto y la familia Etchevehere– no pagan los salarios en tiempo y forma, ni hacen los depósitos de las leyes sociales para la jubilación y para las obras sociales. Esta maniobra intencionada de abandono empresarial no hace más que agudizar el severo proceso de vaciamiento de la empresa que ya lleva años”.