Un informe elaborado por la Universidad del Sur de California indica que 48 millones de los usuarios activos de Twitter están automatizados sobre un total de 319 millones de usuarios. Se trata de esas cuentas que suelen postear sólo enlaces e imágenes y nunca realizan comentarios personales. A la postre, funcionan como una fuente de noticias más que como una cuenta personal o de marca en la mencionada red social.
En los últimos meses, la red social reportó que la cantidad de usuarios creció un 11% en el último año –luego de un tiempo de crecimiento nulo o negativo- pero si muchos de ellos son máquinas, el tiempo para encontrar un modelo de negocio viable
que comience a generar ganancias se agota.
Los bots de Twitter suelen usarse en campañas electorales, publicitarias o para inflar personajes públicos (y algunos que no lo son tantos). Estos robots son capaces de interacciones tales como marcar como favorito, retuitear (compartir) y seguir a otros usuarios que los siguen. Un vocero de la red social le dijo a la CNBC que mientras que los bots son vistos de manera negativo, “muchos de ellos son beneficiosas, tanto los que alertan sobre desastres naturales como los que sirven desde el punto de vista de la atención al cliente”.
Hace poco Twitter anunció que le realizo mejoras a las funciones que sirven para silenciar usuarios capaces de llenar de spam las notificaciones personales de cualquier usuario. En este sentido, la red social informó oportunamente que los usuarios pueden silenciar a aquellas cuentas que no tienen su cuenta de mail o teléfono confirmados o que utiliza como foto de perfil el ícono del “huevo” que viene por defecto.
Los investigadores reconocen que los bots “llevan a cabo actividades útiles como la de dar a conocer noticias y la coordinación de actividades voluntarias” pero que el lado oscuro de ellos son los que sirven para promover la propaganda terrorista y el odio racial. Este número -48 millones- está bastante por encima del 1% sobre (entonces) 310 millones de usuarios que reportó la plataforma de análisis de conversaciones en redes sociales Séntisis en junio del año pasado.
Los buenos y los malos
No todos los bots son creados iguales. Algunos son software transparente de empresas y es sencillo monitorearlos. Este es el caso de los bots de motores de búsqueda como Google y Google Alerts, Yahoo o Bing. Lo mismo vale para los bots de monitoreo y análisis de “feed” de noticias como es el caso de WordPress o Facebook, Android y Twitter respectivamente.
Pero existen otro tipo de bots que se usan para fines maliciosos. En el informe se citan algunos como Nitol, Cyclone o Mirai. Estos softwares de automatización se usan para robar información o lanzar ataques DDoS (de negación de servicio, para tumbar una página web por ejemplo) y utilizan los recursos y datos de la máquina infectada. También se usan para crear sitios web similares a otros famosos y robar el dinero de la publicidad digital o para socavar información y datos de los navegantes de la web.
En el año 2012, la distribución de bots tóxicos era de 20 a 31 por ciento versus la cantidad de bots legítimos. Pero, con nuevos datos actualizados, el reporte informa que esa relación ahora se invirtió: la nueva mayoría son los bots malos, que superan a razón de 28,9 contra 22,9 a los chatbots inofensivos.
¿Quiénes son los robots malvados que ahora son la mayoría en la web? casi uno de cada cuatro de estos software son bots de imitación. Los “impersonators” son el 24 por ciento de los bots malos existentes y su función es asumir una identidad falsa para molestar a las soluciones de seguridad. Se usan con frecuencia para ataques DDoS. El 2 por ciento de la población de software malicioso son bots de hacking. Comúnmente buscan debilidades y “exploits” en muchos sitios web para colocar malware, spyware, robo de información u otra forma de intromisión digital.
La población minoritaria la componen en un 1 por ciento los bots más peligrosos, los “scrapers” que se usan con el fin de robar datos sensibles y extraer información de bases de datos y sitios web. El 0,3 por ciento restante lo forman los bots más conocidos: los “spammers”. Estos robots se ocupan de publicar enlaces a sitios web en el lugar de los comentarios de sitios de noticias, las redes sociales, etcétera.
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