A PROPÓSITO DE LAS RECATEGORIZACIONES DE LOS EMPLEADOS MUNICIPALES.

A partir del principio de esta semana, que coincidió con el comienzo del último mes del año y el fin de la gestión del intendente Carlos Cecco, la ciudad de Federación conoció la noticia de la recategorización de 115 empleados municipales. Esto quiere decir que si un empleado estaba en la categoría 6, con un sueldo y beneficios sociales determinados, ahora pasó a la categoría 5 con otro sueldo, mejor, y otros beneficios sociales. Vale la pena ilustrar esta situación sabiendo que alguien de las categorías más bajas, pongamos como ejemplo la 8, percibe un sueldo de alrededor de $ 25.000. Alguien de categoría 4 percibiría el doble.
El decreto del Ejecutivo municipal registra algunas irregularidades ¿Por qué a los profesionales contratados y ubicados en Obras Públicas, Rentas y demás no los nombró en la categoría 3 como indica el Estatuto del Empleado Municipal? Esperó hasta ahora y, en muchos casos, no los incluye en la categoría 3 sino en otras más bajas. ¿Qué hay de cierto respecto de la extorsión que se dice se aplicó sobre los integrantes de la Junta de Admisión, Calificación y Disciplina de la Municipalidad? Fuentes allegadas a este tema aseguraron que a miembros de la Junta se los «apretó» intentando cambiarles una recategorización por la firma del decreto. Es condición sine qua non, sí o sí, que los miembros de la Junta firmen el decreto para ponerlo en vigencia. Hasta este martes 3 de diciembre al mediodía el decreto no estaba firmado. No tenía fuerza. Cabe esperar la cabeza fría y el sentido común de los miembros de la Junta de Admisión, Calificación y Disciplina respecto de pensar en todos los federaenses y en cómo empezaría la nueva gestión encabezada por Ricardo Bravo si este decreto se firma y cobra fuerza.
Lo que generó antipatía y bronca entre propios y ajenos fue que en el listado de recategorizados aparecen familiares de Cecco, como su hijo Carlos «Junior», empleados y allegados como Fabián Rigo, Dalila Reniero pero también justicialistas como José Ramírez o Mario Majatán. Lo que pasa un poco más desapercibido pero es real y debería enojar más son los tres millones de pesos que le costaría por mes a Federación esta recategorización masiva.