DOS GRANDES DE LA RADIO: ALIVERTI Y PESOA.

Uno, apodado cuando joven «Vikingo» por sus barbas, estatura, tamaño y pelos rojizos, de apelativo Enrique Raúl Pesoa, el «Quique». Nacido en Rosario, Santa Fe, locutor, animador y hoy reciclado en un paraje al noroeste de Córdoba, San Marcos Sierras. Hace un programa llamado «El Desconcierto», a través de la web, streaming que le dicen. El otro es barbudo aunque ahora absolutamente cano. Con siglos encima de locutor periodístico, estuvo en 2006 en Federación compartiendo asado con el «Pato» Suárez, Raúl Combis, María Liebl, el «Moncho» Barboza y la «Nona» Miller. Se llama Eduardo García Aliverti, y le gusta ser presentado como «locutor y periodista».

Los dos monstruos del micrófono se cruzaron en el regreso a lo que Quique Pesoa llama «Cuarta Temporada del Nuevo Testamento» de su programa «El Desconcierto». Fue este miércoles 12 de abril de 2017 a través de la Red Surcos.

PESOA: EDUARDO, ESTÁS DEL LADO DE LOS K Y NO TE HAN ECHADO DE RADIO NACIONAL…

ALIVERTI: No fue una negociación fácil ésa. No este año, cuando se renovó el contrato sino el año anterior cuando asumió el macrismo. Me ofrecieron otros horarios y demás; yo dije que no, que estaba muy cómodo con «Dos gardenias» los sábados a la noche y con «Decíme quién sos vos» los domingos…A ver; hay un tema ahí y que es que tampoco son dos programas tipo «mirá qué políticos que son». No es el Aliverti más cuestionable…

PESOA: NO ES «MARCA DE RADIO»…

ALIVERTI: No es «Marca de Radio», que de ninguna manera podría estar en Radio Nacional. Me quisieron rebajar la guita; dije que no, que de ninguna manera porque tampoco se gana la gran plata si uno debe pagar operadores y equipo de producción ¿no? La verdad es que no me jodieron. A ver…Lo que me dijeron en una reunión con las autoridades de la radio cuando asumió el macrismo fue; a ver, vamos a hablar claro: para vos es importante tener estos programas y para nosotros, como símbolo, es importante que estés en la radio. Creo que es importante que esos programas estén en la radio, sobre todo el de entrevistas. La audiencia de Radio Nacional bajó muchísimo. Los programas son escuchados por los seguidores y, viste como es ahora, a través de radiocut y otro tipo de dispositivos. No dependés sólo del consumo de aire.

PESOA: VOS PERTENECISTE (AHORA NO SÉ A QUÉ PERTENECÉS) A UNA GENERAXCIÓN DE PERIODISTAS ESTRELLAS. Y DIGO ESTRELLAS PORQUE ERAN RECONOCIDOS Y NO HABLO DE LA FAMA VANA, NO. Yo me reconozco partecita de aquella generación de conductores devenidos en periodistas como los Larrea, los Carrizo o los Mareco, ESO DESAPARECIÓ Y ¿PORQUÉ FUE REEMPLAZADO?

ALIVERTI: Por cualquier cacatúa que sueña con la pinta de Carlos Gardel (Que es la letra de un viejo tango). A vos te pongo siempre como un referente de lo que decís. Al margen de tus dotes de animador radiofónico -además en una radiofonía que supo ser muy buena, la rosarina-, vos y yo somos locutores…A ver, estamos hablando de sesentones, setentones…En el plano de la gráfica, estamos hablando de una generación de la que salió García Lupo, Verbitsky, Pasquini, y en el plano de la radio estamos hablando de tipos como vos y yo. Y como me rompe las pelotas la falsa modestia no quiero incurrir en la falsa humildad pero el tipo de animal radiofónico que somos vos y yo, ese tipo de sustrato de animación con peso y con capacidad de entrevistar, desapareció. Hoy eso es (Santiago) Del Moro (de Intratables, de América). Y eso va en disminución de la jerarquía. Yo mencionaba a las locutoras o locutores, a ver, ahora en las agencias de publicidad les piden que hagan las publicidades de manera que no parezcan locutores. Si fuera sólo más informal, menos engolado, ponéle pero cuando hablás de la derrucción del mínimo buen lenguaje; esa cosa, sin verla dinosaurescamente, se ha perdido.

PESOA: ¿TODO ESTO NO SERÁ UNA LETANÍA DE ANCIANO?

ALIVERTI: No, no…

PESOA: EDUARDO, ¿NO SERÁ QUE SE ESTÁ PARIENDO UN NUEVO SISTEMA DE COMUNICACIÓN QUE NO ENTENDEMOS?

ALIVERTI: Nnno. No se contestar si no lo entendemos en el sentido de la presión que te generan los nuevos dispositivos, el lenguaje digital…Hay sí una crisis de la lectura tal cual la conocimos; el tiempo promedio mundial de una persona delante de un texto es de dos minutos.

PESOA: ASÍ Y TODO ALGUNOS ASEGURAN QUE SE ESTÁ LEYENDO MÁS, PAVADAS PERO MÁS.

ALIVERTI: Algunos dicen que se está leyendo de otra manera. Una manera más corta y no analítica. Lo que parece estar imponiéndose es lo que se llama el «consumo fragmentado», desde el continente y no desde el contenido ¿no?, y por otro lado se está haciendo una fragmentación muy fuerte de las audiencias. Lo nuestro era masivo, hacia un sujeto tipo; bueno, ese sujeto tipo pareciera no existir más. Pareciera haber un consumo on demand y, en ese sentido, si se lee más o menos está más ligado al tipo de público que lee tus cosas. Pero no tengo la menor duda que VACA va con v corta y se habla con sujeto y predicado. Y al plus lo pone el oyente, o el que lee o analiza lo que hacés.

PESOA: ENTONCES, ¿DECÍS QUE LA LENGUA NO CAMBIA, NO EVOLUCIONA?

ALIVERTI: No se si evoluciona, estoy seguro que cambia. Cambio y evolución no parecen ser siempre lo mismo. El lenguaje es la organización del pensamiento entonces, si pasa esto de lo que hablamos, no creo que salga nada bueno de ahí.

PESOA: ESTO ME LLEVA A PENSAR QUE ESTE DESASTRE LINGÜISTICO ES TAMBIÉN EL DESASTRE CULTURAL DEL PENSAMIENTO.

ALIVERTI: Sí, estoy de acuerdo con eso. en buena medida es así, por lo menos del pensamiento crítico. No hay nuevos filósofos que analicen todo esto. Lo último que apareció fue la deconstrucción. No hay en el escenario intelectual mundial grandes pensadores.

PESOA: ¿LOS QUE TE ESCUCHAN TIENEN PENSAMIENTO CRÍTICO O ADHIEREN A TU PENSAMIENTO Y POR ESO TE ESCUCHAN?

ALIVERTI: Las dos cosas. Una vez comenté que uno tiene más hinchada que oyentes. Pero esa hinchada es una hinchada de gente que, independientemente de que adhiera, tiene cierta formación, cierto espíritu crítico. Y en ese sentido he ido rotando en beneficio de entender cuál debía ser mi mensaje. Dije durante bastante tiempo: basta de convencernos entre los convencidos. Y creo haber ido ampliando el arco de quien te escucha, porque entre otras cosas, también te escuchan los enemigos. Y aunque sea te llaman para putearte, en tanto seas un tipo prestigioso y atendible en lo que decís. Eso es algo que me satisface, pero conservando la base de los convencidos. Uno siente que a partir de lo que aprendió y con la coherencia de uno hay una porción de gente que se siente amparada cuando uno dice lo que dice.