Carlos «Chaine» Navarro, hombre dedicado a la fabricación de ladrillos de barro en el ex emplazamiento, relató con angustia que en horas de la tarde de este jueves tres caballos llegaron con escopetazos en sus rostros y que al menos dos estaban prácticamente muertos. El otro agonizaba por su vida. «¿Quien puede ensañarse de esa manera con unos indefensos animales?», dijo muy triste el ladrillero.
Quiere saber quién y por qué de tanta saña y agradece toda información que se pueda aportar para que la Justicia actúe en consecuencia ante este hecho gravisimo ocurrido en la tarde del 9 de octubre. «Alguien tiene que haber escuchado los disparos, están baleados con perdigones en los rostros, les fueron tirando de frente a cada uno», relató Navarro quien hizo lo necesario para intentar salvarlos de alguna manera.
La denuncia e investigación seguramente echará luz sobre el aberrante suceso.