Federación despide con profundo dolor a Carlos “Capón” Belzún, una de esas personas que dejan una marca imborrable en la memoria colectiva de la ciudad. De una humildad extraordinaria, “Capón” fue mucho más que un apasionado del fútbol: fue un símbolo de amistad, de charla amena y de historias que tejían identidad y nostalgia.
En cada conversación, “Capón” encontraba la manera de llevar al interlocutor hacia el pasado futbolero de Federación. Con la pasión encendida por su querido Club Estudiantes, relataba anécdotas y momentos inolvidables, acompañados de fotografías, recuerdos de equipos, jugadas y partidos que formaron parte de una rica trayectoria en el fútbol regional.
Juan Carlos Belzún, como se llamaba, fue un mediocampista inteligente, técnico, con una lectura de juego admirable. Jugó en diferentes campeonatos de las Ligas de Concordia, Chajarí y Federación, e incluso participó del Torneo del Interior con Social. Sin embargo, su corazón siempre latió más fuerte por los colores rojo y blanco de Estudiantes, el club de sus amores, al que dedicó gran parte de su vida.
Allí creó el famoso “Rincón de los Humildes”, un espacio donde el fútbol se mezclaba con la camaradería, la amistad y el aroma del asado. Compartir un chori, una charla o un simple momento era, para él, una verdadera religión.
“Capón” fue un referente dentro y fuera de la cancha. Sus indicaciones, su orden táctico y su entrega servían de ejemplo para quienes compartieron el campo con él. Pero más allá del fútbol, se destacó por su sentido de servicio, su generosidad y su voluntad incansable. Cada fin de semana, su presencia en las canchas transmitía esa pasión genuina que lo acompañó toda su vida.
Luchador como pocos, vivió cada día con la misma entrega que ponía en cada partido: con humildad, sencillez, compromiso y una sonrisa siempre dispuesta a compartir.
Hoy Federación despide a una gran persona, a un amigo del alma, a un hincha eterno. Pero su espíritu seguirá presente en cada cancha, en cada historia contada al calor del fuego, en cada recuerdo donde el fútbol y la amistad se encuentren.
Hasta siempre, “Capón”. Tu legado seguirá vivo en cada rincón de la ciudad y en cada corazón que alguna vez compartió contigo una charla, un abrazo o un gol.
(Informe Ciudadano)