Los militantes del peronismo de Federación recorren por estos días distintos barrios de la ciudad, llevando a los vecinos información sobre la nueva modalidad de votación que se aplicará en las elecciones del 26 de octubre, con la implementación de la boleta única de papel.
La tarea, que ellos mismos definen como “pedagogía cívica”, busca explicar un instrumento novedoso que plantea tanto desafíos operativos como simbólicos. En las charlas se aclara que ya no se podrán llevar boletas desde la casa: será la autoridad de mesa la que entregue la boleta única, que contiene siete columnas con toda la oferta electoral. Cada elector deberá marcar con una cruz dos opciones: una para senadores y otra para diputados.
Otro de los cambios es que ya no habrá cuarto oscuro. En el mismo espacio de la mesa electoral, el votante deberá ingresar detrás de una cabina —un biombo de cartón— para efectuar la marcación. Al salir, la boleta debe doblarse y depositarse en la urna, ya que no habrá sobres. El doblez es lo que garantiza el secreto del voto.
Según relatan los militantes, muchos vecinos agradecen las explicaciones, ya que aún desconocen cómo será el procedimiento e incluso varios no sabían que el 26 de octubre habrá elecciones. En cada encuentro también se refuerza la importancia de participar, recordando que el voto es la herramienta ciudadana para expresar acuerdo o rechazo a las políticas del actual gobierno de Javier Milei.
Además, se destaca el rol que tendrán senadores y diputados nacionales, como representantes capaces de poner un freno al ajuste y a la quita de derechos. En los diálogos, los vecinos expresan que la situación actual los golpea con fuerza: apenas alcanzan para lo básico y no logran proyectar un futuro.