RIVER, BOCA E INDEPENDIENTE LOGRARON TRIUNFOS DE CONTRAGOLPE.

Marcelo Bielsa sostenía que muchos entrenadores, a diferencia de él, preferían atacar espacios grandes y defender espacios pequeños. Es lo que suele ocurrirles a los que proponen un fútbol ofensivo y que no resignan el protagonismo. Esos técnicos más audaces muchas veces se topan con defensas cerradas y deben apelar a la creatividad para poder penetrar y que el equipo llegue a posición de gol. Se sabe que en el fútbol es más difícil construir que destruir. Pero nadie, ni siquiera el Loco, reniega de la posibilidad de utilizar el contragolpe cuando es el rival el que se adelanta en el terreno con vocación de ataque y deja esos huecos que escasean cuando se encierra atrás. Eso fue lo que aprovecharon Marcelo Gallardo, Guillermo Barros Schelotto y Ariel Holan este fin de semana. River, Boca e Independiente lograron convertir goles a partir de una salida rápida, vertical y agresiva, con el objetivo de atacar el campo libre que tenían por delante. Ellos no usan la contra como algo sistemático o estratégico pero sí como un recurso válido para poder doblegar al rival si la jugada lo amerita. Y ahí está la virtud, en las variantes ofensivas para ganar los partidos. El contragolpe requiere de velocidad física y mental porque la rapidez en la resolución y ejecución evita que el repliegue del rival desactive la acción. Veamos:

RIVER

Contreras intentaba desequilibrar en el área de River, en busca del empate y con su equipo posicionado en ataque, cuando trabó con Rojas y la pelota salió hacia afuera del área para el sector donde estaba Driussi. Lejos de aguantarla, el delantero de River la abrió rápidamente hacia la derecha del ataque para Mora, quien salió hacia adelante disparado como una flecha. Driussi, que acompañó la jugada en ese tres contra tres, la recibió otra vez por el centro y vio cómo por la izquierda entraba Alario tocando pito. Hizo la pausa justa y la cedió para que el 9, de primera, definiera cruzado y cerrara el partido.

BOCA

El primer gol de Boca no fue el típico contragolpe desde campo propio con muchos metros por recorrer. Pero la acción puede encuadrarse como una contra por varios factores, en especial por la disposición ofensiva de Vélez. Todo nació en un lateral a favor del local sobre la izquierda, a la altura de la mitad de la cancha. El rechazo defensivo de Barrios le quedó a Pablo Pérez, quien tocó otra vez con el colombiano y éste metió el pase más largo para Benedetto, ya en campo rival. El 9 tocó de primera para Centurión, quien cambió de ritmo y avanzó para dejar a un rival en el camino. Pese a la superioridad numérica de Vélez para defender (eran 4 contra 3), la velocidad de Pavón, entrando por la derecha y ganándole la espalda a Cufré, desarticuló a la última línea. El 7, con el turno encendido, recibió de Centurión y sólo tuvo que tirarla al medio para que un solitario Benedetto la colocara a un costado de Assmann. «Fue un gol con una velocidad y una calidad técnica impresionante. Robamos la pelota y salieron los aviones para adelante», la describió el propio Guillermo.

INDEPENDIENTE

Si algo había quedado claro en los partidos anteriores de Independiente fue su buen funcionamiento y su déficit a la hora de definir. Al equipo de Holan no le había costado generar situaciones ante San Martín de San Juan, Alianza Lima y en menor medida Vélez, tres equipos que no le ofrecierone espacios, pero la falla estuvo en la eficacia. Contra Patronato, el domingo, el partido se abrió con un pase certero y profundo de Erviti para que que Rigoni picara al vacío. Pero la obra maestra del contragolpe la mostró en el segundo gol. De un corner a favor del local vino el ataque del Rojo con varios jugadores lanzados en la ofensiva para lograr la bendita superioridad numérica: tres atacando y dos defendiendo. Rigoni, quien comandó a toda velocidad la acción partiendo con la pelota desde su propia área, recorrió casi 80 metros con el balón en 9 segundos hasta que decidió abrirla a su izquierda para Barco (por la derecha entraba Erviti) y el pibe enganchó para dejar pasar a Lemos y definir cruzado.