Este jueves 7 de agosto, la comunidad celebrará el Día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, con una jornada cargada de fe, encuentro y solidaridad.
La actividad central comenzará a las 14:30 horas, con la salida en procesión desde la Parroquia Inmaculada Concepción hasta la ermita dedicada al santo en el Barrio San Cayetano. Al llegar, se realizará la celebración de la Santa Misa, convocando a fieles de toda la ciudad.
Como gesto solidario, se invita a los asistentes a colaborar con alimentos no perecederos, los cuales serán destinados a ayudar a quienes más lo necesitan.
Además, se informa que, en caso de lluvia, la misa se celebrará directamente en la Parroquia a las 15:30 horas.
La historia del barrio San Cayetano se remonta a décadas atrás, cuando las primeras familias comenzaron a asentarse en la zona, muchas de ellas trabajadores humildes que encontraron en San Cayetano un símbolo de esperanza y protección. Con el paso del tiempo, la comunidad fue creciendo y consolidándose, siempre guiada por la fe y la solidaridad.
La figura de San Cayetano se convirtió en el lugar un encuentro devocional y social del barrio. La «ermita» levantada en su honor se transformó en un punto de encuentro no solo para la oración, sino también para la organización de actividades solidarias, misas, procesiones y celebraciones populares cada 7 de agosto.
En la antesala a su día, durante nueve días se realizaron encuentros comunitarios y el rezo del Santo Rosario, fortaleciendo el espíritu de fe entre los vecinos. La devoción también se expresó a través de la solidaridad: muchas familias acercaron alimentos no perecederos, colaborando con quienes más lo necesitan y reafirmando así los valores que identifican al barrio.
Cada año, durante su fiesta patronal, el barrio se llena de color, música y fervor. Vecinos y devotos de toda la ciudad se acercan para agradecer, pedir trabajo, salud y bienestar, reafirmando una tradición que atraviesa generaciones.
Hoy, el Barrio San Cayetano sigue siendo un ejemplo de comunidad viva, donde la historia, la fe y la cultura popular se entrelazan en cada calle, en cada gesto de ayuda mutua y en cada celebración compartida.