Heber Dri cumplirá 63 años en el próximo mes de noviembre. Postrado en una silla de ruedas o en la cama, por un accidente que tuvo, Heber, ex empleado del Banco de la Nación, contó para el programa «La Mañana de Uno» de la 106.1 sus vivencias. Él asegura no ser ni veterano de Malvinas ni veterano «continental» pero afirma que fueron enviados desde Corrientes hasta la localidad de Luis Piedrabuena, en Santa Cruz, movilizados ante la inminencia de la guerra contra los ingleses en 1982.
¿Cómo fue que fuiste a hacer el servicio militar, la colimba, a Corrientes?
-Lo más común era ir a Chajarí o a Concordia, salvo a los que les tocaba Marina. Fue algo raro que me pasó. ¿Te acordás 1ue se hacía un sorteo? Bueno, yo estaba en el último año del secundario esperando el sorteo. A mí me tocó el 873. Que vendría a ser un número semi alto porque los números altos, del 900 en adelante hacían la conscripción en la Marina. Los números más bajos hacían Ejército, del 300 hasta el 800 y pico hacían en Fuerza Aérea y los más altos en la Marina. Unos se incorporaban en enero, los otros en febrero y los restantes en marzo. A mi me tocó Fuerza Aérea, la Aeronáutica. Así que tuve que ir hasta Paraná en enero de 1981. En realidad mi idea en aquella época era ir a la Escuela de Prefectura, una idea que teníamos con mi amigo Ricardo «el Calo» Cerato. Esa era una idea de él pero yo acepté porque aquí en la ciudad no había nada, recién nos habían trasladado y mi familia era una familia con muchas necesidades económicas. A mi preguntaron en Paraná si yo iba a ir a estudiar y yo les dije que iba a entrar en la Escuela de Prefectura. Ellos desconfiaban que era para evitar el servicio militar y por eso me dijeron que si yo no iba a Prefectura podía ser castigado. Así fue que me mandaron a Federación de nuevo, a mi casa. Cuando me vengo me encuentro con mi amigo Ricardo «el Calo» Cerato y él decidió cumplir con el servicio militar porque a él le había tocado Marina, en el sur. Él me dijo que iba a dejar para el año siguiente lo de Prefectura. Entonces yo me quedé ahí. Me quedé dando vueltas acá, siempre trabajando en una cosa o en otra, hasta esperar la convocatoria de otra fuerza. Entonces me llegó después el telegrama para Chajarí, Estuve un día ahí; me pusieron la famosa inyección que te ponían en la espalda. Hasta que llegó un momento en el que me dijeron que no estaba en la lista de convocados y me mandaron a mi casa de vuelta. No sé qué pasó. Así que un día me convocan a Paraná; yo viajo hasta allá y de ahí, con un pasaje de tren, me mandan directamente hasta Corrientes capital. Tenía que presentarme allá en un regimiento, la Agrupación Santa Catalina del Regimiento de Arsenales 7. Eso hoy es una escuela de policía. Un regimiento chiquito, bastante feo, había mosquitos y, bueno, Corrientes con su clima ¿No?
LO QUE LE COSTÓ SACAR FOTOS DESDE ARRIBA
En la entrevista telefónica de una hora Heber Dri aseguró que estando en Corrientes, cumpliendo el Servicio Militar Obligatorio, la colimba (por lo de «corre, limpia y barre»), nunca salía de baja, o sea que pasaban los conscriptos, pasaban los meses y él seguía adentro del Santa Catalina, en Corrientes. Eso se debió a que su padre era primo del recientemente fallecido, Jaime Feliciano «el Pelado» Dri, integrante de la agrupación armada Montoneros que se había escapado al Paraguay luego de ser secuestrado y torturado. Como Heber era aficionado a la fotografía (y andaba para todos lados con su cámara de fotos, que su padre le había comprado para su hermano Germán quien había sufrido graves quemaduras en un incendio y estuvo internado mucho tiempo), sacaba todas las fotos que podía. Se subió al tanque de agua del regimiento correntino y sacó varias fotos desde arriba. Eso le costaría ser tratado como guerrillero y otros calificativos. Lo pusieron primero contra la pared y dos conscriptos lo apuntaban con sus armas. Lo interrogaron durante horas y le preguntaban si por su apellido era familiar del montonero fugado. Por eso estuvo en aquel regimiento desde marzo de 1981 hasta abril de 1982 que fue cuando los militares decidieron tomar Malvinas.
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