La noche caía en Pinamar, y mientras el sonido de las olas marcaba el ritmo de la costa, en la casa que alquilaronWanda Nara yL-Gante el ambiente era distinto: cálido, íntimo y con aroma a hogar. En la cocina, la empresaria se movía con destreza, descalza, con un pantalón rosa y una musculosa blanca, preparando la cena. Sobre la mesada, una mise en place perfecta: morrones recién cortados, papas listas para ir al horno y un pollo en la fuente, bañado en limón y especias.
El resultado fue digno de una postal. En una imagen compartida en su perfil de Instagram, la influencer mostró el plato final: un pollo al horno dorado a la perfección, rodeado de vegetales. La frase que acompañaba la imagen lo decía todo: “Mi forma de dar amor”, con un corazón rojo que reflejaba su manera de cuidar a los suyos.
El cantante no se quedó atrás y compartió su propia visión del momento. En una foto, se la veía a Wanda en plena acción, con cuchillo en mano y mirada concentrada mientras cortaba los morrones. A su alrededor, el orden de quien disfruta la cocina como un ritual. Y con solo una palabra, el intérprete dejó en claro lo que siente: “Afortunado”.
Pero la tranquilidad de esa cena no era más que un respiro después de un día que había sido todo menos discreto. La pareja había llegado a Pinamar buscando desconectar del ruido mediático tras el lanzamiento del nuevo tema de L-Gante, pero la calma duró poco.
A pesar de querer mantener un bajo perfil, su presencia no pasó inadvertida. Vecinos y turistas detectaron su ubicación y en cuestión de minutos, la casa fue rodeada por una multitud de fanáticos. Entre gritos y ovaciones, la escena parecía salida de un recital improvisado.
En medio del revuelo, la conductora lanzó la pregunta con una mezcla de sorpresa y diversión: “¿Dónde está Elián?”. La respuesta no tardó en llegar. En la siguiente toma, L-Gante ya estaba entre la multitud, abrazando a sus fans, sacándose fotos y repartiendo saludos como si se tratara de una gran reunión entre amigos.
Después de la euforia, el regreso a la intimidad se hizo sentir como un bálsamo. En otra imagen, Wanda y L-Gante compartieron un momento de calma: él, acostado en su regazo; ella, con una mirada relajada, disfrutando de la compañía mutua.
Porque más allá de los flashes, los escenarios y la vorágine mediática, en Pinamar quedó claro que para ellos, el amor se cocina a fuego lento. De hecho, no es la primera vez que ella comparte sus secretos culinarios.
Hace unos meses, sorprendió a sus seguidores con el secreto de unas milanesas perfectas, al dejar en evidencia su técnica y, sobre todo, su toque especial.
Primero, subió una imagen mostrando cómo corta la carne para asegurar que quede tierna. Luego, reveló la preparación de la mezcla en la que sumerge cada pieza: huevos batidos con perejil, sal y otros condimentos que le dan ese sabor irresistible.
Sin embargo, lo mejor estaba por venir. Con orgullo, Wanda compartió su secreto extraordinario: antes de pasarlas por pan rallado, les agrega queso en hebras, lo que le da un toque cremoso y un sabor único. “Experta profesional en romper huevos”, se autodefinió con humor en una de sus publicaciones.