Es posible que la cuestión esté en lo económico pero no estaría tan seguro. Porque hay que preguntarse ¿si la falta de plata, la piojera, la debacle económica acentúan lo peor del ser humano es porque ese ser humano es peor. O sea (no dejen que lean esto los niños), para decirlo en criollo: si sos hijo de puta, sos hijo de puta. La falta de plata no debería transformarte ¿no?
Esta introducción tiene que ver con el racismo en Federación. Hay muchos que quieren que se les cobre un impuesto y todo, todito, a los extranjeros. Otros siguen diciendo «estos uruguayos muertos de hambre» (cuando se debió cerrar la ciudadanía que piden argentinos allá por la cantidad de compatriotas que se van)…De los bolivianos, ni hablar. Y menos de los paraguayos. El Paraguay está nutriendo la actividad de la construcción y la albañilería hace mucho. El otro día escuchaba en «la radio de Federación» a muchos opinando que los paraguayos cobran menos su trabajo diario, comen reviro, viven amontonados tres o cuatro familias en una casilla y así logran un bienestar que no logran darle ni la UOCRA, ni Gauna ni las leyes argentinas a sus obreros. «Vienen a sacarnos el trabajo», vociferaba uno. ¿Qué culpa tienen los paraguayos de que aquí vivan mejor aunque deban comer reviro (harina, grasa y gua) o vivir niños, adultos y viejos, mujeres y hombres en una casilla de tres por tres? Los paraguayos, últimamente, han sido tratados como si fueran los causantes de los males federaenses. O sea, hay trabajadores desocupados de aquí y a las obras «las agarran» los paraguayos ¿No habrá que hablar con el sindicato o con los propios patrones? Hablando d epatrones el concejal y preisdente del comité local Pablo Liberatori salió a defender a un paraguayo de apellido Chaparro que hace 20 años tiene una empresa constructora ¿Haría lo mismo Liberatori con el resto de los paraguayos?
Ahora, al racismo federaense, se alza el sempiterno Centro de Industria e Intereses de Federación, institución que alzó la voz porque los supermercados chinos que se están instalando en la ciudad conformarían una violación de la ley provincial que impide el establecimiento de grandes superficies comerciales.
“Nosotros, cuando vimos que trataron de instalar uno sobre Alem y lo constatamos con el tema de las grandes superficies, nos reunimos con el intendente y con el secretario de Gobierno y le dijimos que está ley estaba vigente y que el municipio estaba adherido, hasta le dijeron que estas personas habían presentado los planos de obra y que por ahora era un local comercial pero me dijeron cuál era el rubro y les dijimos que le vamos a acercar una ley a la cual el municipio estaba adherido y que si era un supermercado tenía que adherirse y presentar un estudio de impacto ambiental y un estudio sobre una consulta popular” entre otras cosas.
YA LO CONSIDERAN COMO UN “ABUSO”
“Lo que yo veo es que fue hasta un abuso de esta gente de abrir sin habilitación municipal, me parece poco ético, y que ahora se han cerrado las puertas también me parece increíble, y si fue por presión de la municipalidad porque no tenía habilitación mejor, es que cierran sus puertas por sí solas antes que le pongan una faja y pienso que en este sentido tenemos que felicitar al municipio”.
EXIGEN QUE “CUMPLAN TODOS LOS REQUISITOS PARA ABRIR”
“Creo que hasta que no tenga el estudio de impacto ambiental y el socioeconómico no se puede habilitar y ni siquiera en el municipio puede habilitar esas superficies ya que se debe rendir a la Secretaría de Comercio Exterior y COPROSIN, le pasa por arriba a la municipalidad, estas cuestiones”.
EXCEDEN LOS 500 METROS CUADRADOS
“Esto se excede los 500 metros de la ley de superficies comerciales y no contempla solamente el salón de ventas sino que estacionamiento y el depósito, uno lo ve por Google Earth y se ve claramente la obra y se ve cuánto mide, con respecto a los chinos que están en Alem y Las Hortensias desconozco cuántos metros cuadrados tienen, entiendo que hicieron un salón más chiquito y ocultaron otra parte para después poder abrirlo porque conocían la ley” denunció Rutter.
“ME LLAMÓ LA ATENCIÓN EL CARTEL PORQUE LE PUSO DE NOMBRE SUPERMERCADO FEDERACIÓN”.
Jorge Rutter, presidente del Centro de Comercio dijo esto que se transcribe arriba. Pero la frase que se escuchó es: «Nos van a fundir a todos». Alguien respondió, con razón, que los mercaderes federaenses deben comprar bien para vender bien y no querer salvarse en una semana con los precios que tienen en diversos rubros comerciales e industriales.
El racismo saca lo peor del ser humano. ¿O será que es cierto que el órgano más sensible del humano es el bolsillo?
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