En la soleada mañana de este sábado («un día peronista», dirían los viejos vecinos) se arribó al final de la entrega de elementos necesarios para una vivienda digna. El programa nacional llamado «Ayudas Urgentes Familiares» destinado a paliar la situación socioeconómica de 67 federaenses tanto de barrios como el Aleluya, 128 Viviendas y el ex emplazamiento -entre otros- trajo el pasado jueves 16 hasta la ciudad termal a cinco camiones de la empresa Hernán Miglioranza Sociedad de Responsabilidad Limitada, que comenzaron la repartija el viernes, asistidos por Acción Social de la Municipalidad.
Las redes sociales explotaron desde un principio bajo el lema virtual de «a mi no me dieron y yo estaba anotada». Se conoció el caso de alguien que aparece en una cuenta de facebook como Sabry Coelho, que mencionó que algunas mujeres, que hace mucho trabajan con la gente de su barrio, como Malvina Ocampo eran «juez y parte» ya que figuraban en el listado de las 67 personas beneficiadas por el programa nacional y a la vez -se dijo en face- que era una suerte de puntero barrial que indicaba a quien darle y a quien no. Por esto y otras aparentes desigualdades es que FEDERACIÓN AL DÍA entrevistó en plena mañana de este sábado 18 de marzo, en el barrio 128 Viviendas, a la subsecretaria de Acción Social, quien se bajó de la camioneta para atender la requisitoria periodística y responder varias preguntas.
María Marta Cecco, atendió a los planteos que se le hizo. Se le dijo que cada vez que existen este tipo de entregas de elementos a familias carenciadas (que esta vez se entregaron los consabidos chapas y colchones pero también lavarropas semi automáticos, camas cuchetas y demás), hay problemas. «El año pasado se comenzó con las gestiones, a partir del mes de julio, más o menos; en esa fecha el presidente municipal tuvo una entrevista en el Ministerio de Desarrollo Social y logra que en el mes de agosto del año pasado nos den la autorización para comenzar a informar a los medios que íbamos a tener este programa llamado Asistencias Familiares Urgentes, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y bajo la coordinación del Centro de Referencia Entre Ríos que coordina el doctor Juan Maya», dijo «Marty». Agregó además que, «Se comunicó el año pasado, a través de los medios, que todas aquellas personas en estado de vulnerabilidad social se anotaran en la Subsecretaría de Acción Social, y así lo hicieron».
La hija del intendente y subsecretaria de Acción Social explicó cómo fue el mecanismo. «A ver; nosotros confiamos en la gente e hicimos un socieconómico, en el cual nos decían las verdaderas necesidades que tenían», dijo, hablando del estudio que antes determinaba lo que se conocía como «certificado de pobreza». «Después, los asistentes sociales tanto de Nación como de Provincia visitaban casa por casa; nosotros lo que hicimos fueron guías para ubicarlos en los domicilios y eran ellos los que evaluaban la situación de cada familia», dijo María Marta Cecco.
Informó la funcionaria que los relevamientos se hicieron en dos partidas. Aseguró que este envío desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación a través de los cinco camiones de la empresa Miglioranza conforman lo que llamó «una primera parte». Se cuidó de no crear falsas expectativas y por eso no quiso dar la fecha de la segunda parte de esta entrega de bienes y elementos como lavarropas, camas, almohadas, colchones, chapas y demás para gente pobre de la ciudad mejor administrada de la provincia. «Va a haber una segunda etapa para las personas que no vinieron anotadas en los listados pero no queremos dar fechas para no crear falsas expectativas», aclaró.
A partir de los dichos de la funcionaria a cargo de Acción Social, se le preguntó qué condiciones deberían tener las familias para recibir semejante cantidad de elementos. «Marty» Cecco respondió. «Las condiciones de vulnerabilidad social; ¿porqué llegaron chapas, camas, frazadas? porque las asistentes sociales se asesoraban, entraban en los hogares, se fijaban en el estado dela casa y de los muebles; se hizo un trabajo muy responsable tanto desde la Nación como de la Provincia y fue la única vez en que tuvimos la oportunidad de trabajar mano a mano con ellos», explicó. Afirmó que hubo gente que se quejó porque le dieron electrodomésticos y elementos del hogar a alguien que tiene un kiosco. «A lo mejor ese kiosco es el único medio de vida de esa familia y lo atienden sentados en un cajón de bebidas», graficó María Marta Cecco.
Además se le preguntó por la supuesta presencia de «punteros» y las quejas de vecinos que no recibieron nada. María Marta Cecco planteó que lo que se hizo fue buscar vecinos que conocieran realmente bien el barrio y sirvieran de guías, sobre todo para asistentes sociales de Buenos Aires y Paraná. «Esto de elegir un vecino que acompañe hizo a la buena organización porque no era un puntero que te llevaba a determinada casa; en el ex emplazamiento se hizo en calles Secundaria 1, Secundaria, 2 y Secundaria 3 y la calle que era Hermanas Betancourt…no eran referentes políticos». (Alguno habrá pensado con cierto grado de razón que algunos punteros políticos se transformaron en concejales). Cuando se le preguntó si este tipo de entregas es clientelismo, la funcionaria dijo que no. «Haberle entregado a la gente lavarropas, heladeras, cocinas, termotanques y demás es cumplir con una necesidad social; a mi me parece que no hay que llamarlo clientelismo porque todo ser humano necesita tener la mejor calidad de vida; hoy por hoy, hace frío y…no podemos bañar a un chiquito con gua fría», dijo. «Si no lo hace el Estado, ¿quién lo va a hacer?», preguntó.
Por último aclaró que se le pidió a la gente que no venda las cosas. «Puntualmente, en cada entrega les decimos, por favor, no lo vendan porque nunca más van a tener esta posibilidad», dijo. Además la funcionaria explicó que el cúmulo de elementos y electrodomésticos más muebles entregado acá conformaron un valor de alrededor de $ 3.000.000, algo que no es posible -para el sector socioeconómico al que fueron dirigidas las cosas- comprar por cuenta propia. «No tienen hoy la posibilidad de, en una sola respuesta, tener el equipamiento completo de una casa así que les decimos que no vendan porque otra oportunidad de esta no van a tener; esto tiene un valor económico y un valor social y esto le garantiza un bienestar para sus hijos», dijo María Marta Cecco, subsecretaria de Acción Social.
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