MARÍA RIOT: UNA ACTRIZ PORNO ARGENTINA BECADA EN BIOTECNOLOGÍA.

A los 25 años, María Riot ya vivió una vida más intensa que la mayoría de los terrícolas. Es pornstar y prostituta, música y estudiante, becaria y militante. Quiere libertad para el trabajo sexual, castigo para la trata y legalidad para el aborto. Y que los tabúes se corporicen, para que después desaparezcan.

 

En las redes sociales sube trailers de sus películas, pide por una pornografía ética, exige que el Código Contravencional deje de sancionar la oferta y demanda de servicios sexuales. María Riot pone blanco sobre negro: “No queremos coser ni limpiar baños ni atender locales de ropa. Queremos coger y cobrar por eso”.

La militancia digital había empezado mal. En 2008, cuando tenía 17, se abrió un perfil de Facebook para activar una campaña contra la censura de los pezones femeninos. Tuvo tantas denuncias que se lo cerraron para siempre. Después creó un grupo de veganismo; ya se lo desactivaron cuatro veces. Hasta que un día de 2011 incursionó en Tumblr y descubrió que le gustaba el porno.

María Riot.

María Riot.

Las primeras incursiones llegaron con una webcam: primero gratis, hasta que entendió que había personas dispuestas al pay per view. En marzo de 2014 dio el paso siguiente. Durante tres meses leyó textos feministas, no tan lejanos a los recortes mediáticos que asociaban la actividad a lo indigno y lo mafioso. Ese imaginario, dice María, “no sólo perpetúa el estigma sino que también pone a quienes se prostituyen, lo elijan o no, en una situación de marginalización y vulnerabilidad”. Ella prefería recordar que todos somos dueños de nuestro cuerpo. Pero el movimiento también escondía un debate. Había grupos de mujeres organizadas y exigiendo derechos. Había otras lecturas -como “Teoría King Kong” de Virginie Despentes- y posturas, como el “feminismo pro sex” de Tristan Taormino, Candida Royalle y Carol Leigh. Lejos de los moralismos, ella decidió que estaba del lado de las putas.

Entonces cambió de identidad: del Florencia que figura en su DNI a María (“fue algo random“) Riot (por el movimiento Riot grrrl, alternativo y de espíritu do it yourself). Dejaba atrás una seguidilla de trabajos en locales de ropa, call centers, restaurantes y supermercados. También los teclados en la banda pop punk de Sol Marianela. Disfrutaba yGANABA PLATA. Pero saber que la censura era dañina no era lo mismo que internalizarlo. La culpa y el miedo a que su familia se enterara le duraron dos años. Se liberó en la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR), que peleaba por el reconocimiento de los derechos y el fin de los prejuicios. Se decidió a contar su historia y a dar otro salto grande.

Con la plata de los primeros encuentros compró un pasaje a Barcelona, donde cumplió el sueño de ver a Pixies en el Primavera Sound 2014. Empezó a viajar por Europa mientras mandaba mails a productoras. Con ellas grabó sus primeras escenas, hasta que la sueca Erika Lust la fichó para su serie XConfessions.

María encontró su lugar en el porno feminista, un subgénero de escenas explícitas y estéticas, que cuida el placer de la mujer y desprecia los contenidos sexistas o racistas. En esas producciones aprendió a ser estratégica, creativa y marketinera. Y que su deseo triple equis fluye en dos dimensiones paralelas. Cuando filma, disfruta tanto que olvida que la están mirando. Antes y después, sueña con un porno inclusivo, productora propia y películas con su firma..

Aunque desde hace dos años vive entre Buenos Aires y Barcelona, ahora responde a #BORDER desde Ithaca, Nueva York. La Universidad de Cornell le dio una beca para estudiar biotecnología y comunicación en el programa Alliance for Science. “La gané por mi activismo por los derechos animales”, explica. Está especialmente entusiasmada con la creación de alternativas para los productos alimenticios y los testeos cosméticos o medicinales. También busca respuestas a la crisis de muchos cultivadores, “aunque el Estado le preste más atención a Greenpeace o a activistas millonarios como [la ecofeminista india] Vandana Shiva”.

Además, María y sus colegas de AMMAR denuncian una dinámica policial: allanamientos, robo de pertenencias, cobro de coimas y amenazas. “Les dicen a las psicólogos que están trabajando por su propia voluntad y ellas escriben que son víctimas. Si queremos que la trata termine, seamos objetivos y legalicemos el trabajo sexual. Demos derechos a quienes queremos seguir siendo prostitutas y trabajemos en serio por las que no”.

– ¿Cómo es militar sobre el tabú?

– Es un trabajo difícil pero necesario. Aunque cueste, hay que escuchar a los demás para entender qué piensan y, sobre eso, ver cómo abordarlo y qué se puede cambiar. La mayoría de los tabúes son complejos, pero a la vez muy simples. Y podrían dejar de serlo si estuviéramos abiertos a las realidades y experiencias de otras personas, dejando de lado nuestra visión moral.

 

Sobre el Autor

Carlos Suarez
Periodista egresado del ISET N° 18 "20 de Junio" de Rosario, S.F. en 1990. Participó del Primer Congreso Internacional de la Comunicación y el Periodismo en 1998. Colaboró con el programa LA OREJA de Radio Rivadavia conducido por Quique Pesoa en 1992. A partir del 1 de octubre de 2018 condujo VIVA LA MAÑANA por Radio Viva 104.9 de Federación, E.R. En este 2019/2020 administra y redacta en esta página Federación al Día. A partir del 29 de junio de 2020 volvió a FM Stereo 99.3 con el clásico "Demasiado temprano para mentiras", desde las 7 de la mañana. En marzo de 2021 comenzó el nuevo ciclo "La Mañana de Uno" por la 106.1, de lunes a viernes y de 9 a 12 de la mañana.

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