La noche del pasado viernes quedará grabada en la memoria del público que colmó el salón del Club Pesca Federación, en el ex emplazamiento, a la vera del lago de Salto Grande. El clima cálido, el paisaje incomparable y un ambiente preparado para la música fueron el marco ideal para recibir a uno de los cantautores más emblemáticos del cancionero popular: Daniel Altamirano.
Además, el servicio gastronómico estuvo a cargo de la Comparsa Samba Bera, que ofreció un servicio de catering de excelente nivel, complementando la velada con una propuesta cuidada y muy valorada por los asistentes.
La velada comenzó con el talento local como antesala del plato fuerte. El Ballet Nehuén, Osvaldo Chávez, Hernán Burna (que hizo pie en Buenos Aires gracias a Altamirano) fueron los encargados de animar y encender el entusiasmo de un público dispuesto desde temprano a disfrutar de una noche especial.
Cuando Altamirano subió al escenario, ese clima se transformó en emoción pura. Con una entrega absoluta, recorrió un repertorio amplio y querido por quienes aman este tipo de folklore. “La Oma”, “Cuentos de la lluvia”, “Dios a la una”, “Che, Gomecito”, “Serenata del Amor Callado”, fueron, entre otros éxitos, las interpretaciones que hicieron vibrar a los presentes. Cada interpretación fue acompañada con respeto, aplausos sostenidos y ovaciones.
Uno de los momentos más significativos de la noche llegó con el reconocimiento institucional. El Concejo Deliberante de Federación le entregó a Altamirano la declaración de “Huésped de Honor”, destacando su vasta trayectoria artística y su aporte invaluable al folklore argentino. Visiblemente emocionado, el artista expresó que, “pocas veces recibí tanta muestra de cariño”, reflejando la calidez que encontró en la ciudad.
La presentación culminó con una conexión sincera entre el artista y el público, que celebró su vigencia y su marca imborrable en la música nacional. Lo que se llama, «un artista de catálogo», de esos que no están de moda, pero siempre son buscados.