En los primeros cinco meses desde su creación, la Obra Social de Entre Ríos ha sido blanco de reclamos de afiliados en toda la provincia. Más trámites para autorizaciones y falta de respuestas.
El caso de los estudios oncológicos y la cobertura para diabéticos.
Los reclamos por el funcionamiento de la Obra Social de Entre Ríos (OSER) se extienden a lo largo y a lo ancho de la provincia. Las delegaciones, sobre todo las que antes contaban con médicos auditores, muestran largas colas de espera todos los días y, en los últimos meses, los reclamos por las demoras en las autorizaciones, la falta de respuesta en los pedidos de cobertura y los recortes en las mismas, empezaron a ser moneda corriente.
Se había prometido, a través de las redes sociales, comenzar “una nueva etapa en la gestión de la obra social provincial: más transparencia, eficiencia y eficacia para garantizar mejores prestaciones a más de 300.000 afiliados». Pero, justamente la falta de eficiencia y eficacia es marcada por miles de usuarios a lo largo y ancho de la provincia.
En este marco, esta página dialogó con diferentes actores del sistema de prestaciones para conocer en detalle la realidad de la obra social de las y los empleados estatales entrerrianos, tanto en actividad como jubilados.
Las demoras del cambio de sistemaEn septiembre, se habilitaron las nuevas oficinas de Paraná de la obra social. Al respecto, el gerente general de la OSER, Raúl Sánchez, explicóque esta inauguración marca «el puntapié inicial para darle la posibilidad a los afiliados de que tengan todo el proceso de autorización en forma mucho más ágil, dinámica y transparente».
Uno de los trabajadores con capacidad de toma de decisiones, que solicitó mantener el anonimato para no tener represalias internas, explicó que “los cambios más importantes fueron la forma de autorización y el retiro de la medicación crónica y de tratamientos específicos; también, desde octubre, se implementó una nueva modalidad para las auditorias de prácticas ambulatorias». La fuente anónima aseguró que, «lo cierto es que hay más espera en las delegaciones que tenían auditor presencial, en las otras no”.
“Tramitar la auditoria online implica ir a la delegación a presentar la solicitud del médico y tener que volver para sacar la orden cuando se le avise vía mail que está autorizada; el trámite inicial debe realizarlo un empleado que debe subir la documentación a un sistema para que sea verificada y autorizada por un auditor”, indicó.
“Se demora más en realizar ese trámite, que antes no se hacía, pero queda todo registrado y se puede usar la app (mi.oser.gov.ar) para adelantar el primer paso del trámite; las auditorias deben realizarse dentro de las 48 horas de presentado el mismo; también puede haber más demora en las otras áreas porque hay que explicar las nuevas metodologías a los afiliados”, argumentó el empleado consultado.
Asimismo, respecto a la nueva metodología de autorizaciones, resistida por buena parte de los afiliados, indicó que “ya no pueden ir con un solo troquel de autorización mensual a la farmacia, sino que cada medicación autorizada tiene su frecuencia para retirar y deben realizar copias de la planilla original para las distintas ocasiones; los tiempos de auditoria son de 10 días hábiles, son los mismos que antes, y ante la demora se puede iniciar reclamo”.
En esta línea, Estela, una afiliada de 72 años de Gualeguaychú que tiene tres operaciones del corazón y un stent, expuso su malestar, “a la planilla que te da el médico tenés que presentarla y volver a los diez días para ver si está autorizada; tenés que sacarle fotocopias, ir a la farmacia, dejar la fotocopia y comprar la medicación». «La última autorización me demoró un mes”, se quejó la mujer que, por su insuficiencia cardíaca, toma cuatro pastillas por la mañana, una a la tarde y otra a la noche.
“Si bien son $200 por mes en fotocopias, para la economía de una jubilada es un costo, en dinero y en tiempo; son más trámites a cargo del afiliado, antes eso era responsabilidad de la obra social”, agregó.
Recursos de amparos y el rol de la justicia
Emmanuel Almirón es un abogado concordiense, especialista en discapacidad, que hace aproximadamente cinco años realiza reclamos de afiliados del ex Iosper. En diálogo con la prensa digital, aseguró que “este último tiempo tenemos un crecimiento importante de amparos por incumplimiento en la cobertura”.
“A esta altura del año lo que más recibimos son solicitudes por la falta de cobertura de los medicamentos para la diabetes y digo a esta altura del año, porque ya se solicitó, a principio de año, todo lo que son solicitudes para que los chicos con discapacidad puedan comenzar la escuela, lo que es maestra integradora, transporte y todo tipo de terapias”, contó.
Respecto a la falta de cobertura sufrida por afiliados diabéticos, relató que “generalmente, el médico solicita una o dos tiras reactivas por día, pero la OSER autoriza sólo 50 o 60 para seis meses; hay otras medicaciones e inyecciones, como la Dapagliflozina y la Temasglutida, que son rechazadas de entrada directamente y, desde la obra social les ofrecen otra medicación, algo que es completamente arbitrario porque no pueden incumplir lo que el profesional de la salud receta”, indicó Almirón.
Además, “en los análisis, que deben tener la cobertura al 100%, le cobran coseguro a los afiliados”, cuestionó el profesional que, en todos los casos, primero envía un pedido a la obra social para que se apruebe la cobertura solicitada por el médico y, si no hay respuesta, avanza con el recurso de amparo. “La mayoría de las veces ni siquiera contestan, pero luego el juez dicta sentencia, generalmente entre los siete y diez días, dependiendo lo urgencia, y los obliga a que entreguen los medicamentos”.
Hay muchos casos en que, ante el incumplimiento sostenido, la Justicia llega a embargar las cuestas de la OSER. “Nosotros armamos un presupuesto del medicamento y el juez saca directamente el dinero de la obra social y lo envía a la farmacia correspondiente. Esto es algo que sucede mucho, es muy común”, aseguró el abogado que recibe consultas de toda la provincia.
Discapacidad y oncológicos
“Está pasando mucho que no se cumple con lo que se aprobó a principio de año. Por ejemplo: una maestra integradora para un chico que fue aprobada de marzo a diciembre, la docente va presentando la factura todos los meses, pero no cobra. Formalmente está todo aprobado, pero la realidad es que no les pagan a los prestadores”, cuestionó Almirón.
Por otro lado, el letrado concordiense se refirió al incumplimiento de los estudios para pacientes oncológicos: “después de los rayos o de las quimioterapias a los pacientes les solicitan resonancias, para saber en qué estado quedó el cuerpo. Y eso se les cobra a los afiliados, cosa que no corresponde. Lo que sucede es que, ante la necesidad y la urgencia, la persona lo abona. Se juega mucho con la necesidad y con el cansancio de las personas”.
La demora en la aprobación de los medicamentos oncológicos es otro de los problemas que padece este universo de pacientes. “Atento a que son drogas caras que se reciben de la droguería, lo esperable es que demoren una semana en la entrega. Pero tenemos esperas de 20 o 30 días. Lo mismo pasa en discapacidad con los elementos ortopédicos, las sillas de rueda, las camas”, detalló Almirón.
Sin anteojos para adultos mayores
Mario Huss es vicepresidente del Centro de Jubilados y Pensionados Provinciales de Paraná, desde donde fueron muy críticos respecto a la ctualidad de la OSER. Expresó que “en la gestión anterior se daban los anteojos gratis, ahora eso se cortó y solamente se les dan a los menores de 15 años o a discapacitados, y los que más necesitan anteojos somos los adultos mayores”.
“Por eso nosotros hemos hecho un convenio con una óptica de Paraná, a través del cual nos hacemos cargo del 50% del costo de los anteojos”, contó, sobre el acuerdo que beneficia a cerca de 6 mil socios del centro de jubilados. Y, en esta línea, remarcó que “sobre los medicamentos crónicos antes se otorgaba el 70% de descuento, eso ahora se redujo al 40%”.
Por último, Huss cuestionó la falta de médicos auditores: “Se forman distintas colas porque en todas las sucursales de Paraná había auditores que autorizaban distintos medicamentos y prácticas médicas, pero ahora sacaron a todos los médicos auditores y los llevaron a la casa central. Cuando vas a hacer un trámite o llevas un estudio que tenés que realizarte te lo reciben las sucursales, pero de ahí la giran al nivel central para autorizar o no el trámite”.
“Se forman largas colas, son muchos los jubilados que tienen que ir a la central de la calle Andrés Paso. Antes era más más ágil la situación porque iban a las distintas sucursales y los trámites lo hacían ahí”, agregó la autoridad del Centro de Jubilados y Pensionados ubicado en Pellegrini 454 de la capital entrerriana.
La obra social atraviesa una etapa de transición. Más allá de las declaraciones rimbombantes de los nuevos funcionarios, lo cierto es que las promesas de mayor eficiencia, hasta el momento, son sólo eso. Promesas. El malestar de los empleados, que son menos y cuentan con menos recursos para atender a una demanda creciente, es evidente, igual que el de las y los afiliados a los que se le recortaron servicios y cobertura, al tiempo que se delegaron en ellos trámites que antes resolvía la obra social.
