Aquellos periodistas, comunicadores, mercenarios, arribistas, dueños de medios de Federación, que participamos del whatsapp de la Jefatura Departamental de Policía no vemos en él reflejada toda la realidad. Se publica mucho de lo sucedido en Chajarí, ciudad que por ser más grande se lleva toda la información del departamento. Claro está que, salvo alguna excepción, tampoco de lo que sucede en Chajarí se publica todo. Se hace hincapié en el tránsito y el mal estado de las calles de la Ciudad de Amigos y lo mal que parece manejan los chajarienses.
Dicho esto quería referirme a las picadas de motos que hartan a los vecinos durante las noches, sobre todo de los fines de semana. Hacen picadas, obviamente a alta velocidad y hacen «willy», eso de pararse sobre la rueda trasera de la moto. Entiendo que muchos jóvenes y adolescentes se divierten de esa manera, al borde de perder la vida o quedar sin un miembro del cuerpo por semejante trapecismo. ¿Lo hacen baja el efecto de alguna sustancia alucinógena? No puedo asegurarlo pero es probable. A lo que voy es que, en general, son motos armadas con partes de otras motos o fabricadas. Estoy ya muy repetitivo con esto. Cuando le pregunto a los jefes policiales me responden que no hay talleres clandestinos ni desarmaderos ilegales. ¿Entonces? ¿Salen de la nada? Debe haber un lugar, o varios lugares, donde se «faenan» las motos para desguasarlas. Pero la Policía insiste en negar. ¿Participará alguien relacionado con quienes incautan motos irregulares, desde la Municipalidad?
Son preguntas que no tienen respuestas, por ahora. O si la tienen, nadie las da oficialmente. La cuestión es que vecinos que deciden dormir tranquilos o paseas tranquilos por avenida Alem, por ejemplo, asisten al espectáculo suicida de quienes se divierten corriendo picadas o haciendo «willy». No somos tan conservadores para prohibir y encarcelar a quienes lo hace, ni tan liberales como para decir «que se maten pero no en la vía pública» ¿O si?