Hijo de un integrante de la familia Centurión (no la del Chino y la Mary, si no los otros) al que llamaban «Milanesa» y de una empleada doméstica y del hospital, Sergio Orlando Centurión nació en 1962 en Federación. Hermano de Rulo y Sandra creció en el barrio que estaba pegado al hospital, cerca de las vías, en la vieja Federación. Creció rodeado de la música de tíos y primos: todos tocaban un instrumento, Polaco el adordeón, el Coco y Miguel la guitarra. Si no hubiera sido por la música muy distinta hubiera sido la vida de Sergio Orlando, y si no fuera por la música no hubiera trascendido como «Toscano», sobrenombre que se le adhirió a la piel y a su identidad.
Se murió «Toscano» Centurión. El que dijo no hace mucho que «el amor al carnaval era una adrenalina que no sentía en otras ocasiones». Una adrenalina que ni siquiera tuvo cuando cantó sobre una pista grabada al lado de Olga, la viuda de Sandro, la canción «Penumbras». Hasta último momento no paró: iba a tocar junto a Omar Pucheta el 25 de mayo. Se murió «Toscano», una parte inseparable de la cultura y la música popular de Federación. Sus hijos completarán todo lo que a él le quedó por hacer.