«Yo ya tenía algunos años de experiencia pero en aquella oportunidad, año 1972, se produjo una acefalía en el Instituto y el profesor Taborda, originario de la vieja ciudad, se acordó de mi porque yo había sido su alumno en el profesorado, y me ofreció el cargo de rector», rememoró, a través del teléfono el ex rector del Instituto Secundario «Domingo Faustino Sarmiento» y ex profesor de Historia, Ramón Eudoro Vallejos. En aquellos años en los que gobernaba el militar Agustín Lanusse, hasta la vuelta de Juan Perón al país, Vallejos tenía algunas horas de la materia Historia y era jefe de preceptores en el Colegio Nacional de Concordia. En este último lugar era compañero de trabajo de Orlando Apolonio Taborda, el federaense que trajo al «Pelado» a Federación.
«Yo ya había tenido cierta experiencia directiva pasajera pero al hacerme cargo del Instituto me encuentro con un mundo totalmente nuevo», dijo Vallejos. «No es lo mismo ser parte que dirigir una escuela», sostuvo. Al ser consultado si ya estaba como vice rectora «la Rodríguez», Vallejos explicó que se llamó a concurso para cubrir el cargo y ganó Celia Lafourcade. Poco tiempo después Lafourcade renunció y se hizo cargo quien había sido la segunda, Olga Rodríguez.
El Instituto Secundario «Domingo Faustino Sarmiento» de la vieja Federación era un instituto de enseñanza privada. Dependía de la Superintendencia de Enseñanza Privada de la Nación y en ese sistema el instituto era reconocido como D 19. «Pasé todas las etapas porque trabajé hasta 1995 en Federación», explicó el ex rector y ex profesor de casi 83 años. «Son los avatares de la política, ¿no?, porque las escuelas siempre estuvieron un poco aisladas de estas cuestiones porque el sistema educativo, imaginariamente se podría decir, siempre tuvo un muro alrededor, y se comunicaba el docente con la familia únicamente», dijo. Y argumentó que, «otros acontecimientos sociales y políticos raramente influían en lo que ocurría dentro de cada establecimiento». Y sostuvo esta idea diciendo que, «en el ámbito de Federación la política era algo local, más que nada». «Federación estaba atascada por el problema de su traslado», dijo Vallejos. «En el momento del Golpe nos sorprendió que algunos profesores fueron detenidos pero poco después fueron liberados porque eran habladurías del lugar, no eran culpables de nada», aseguró. Comentó que hubo varias reuniones con los militares de entonces pero, aseguró Vallejos, «las instrucciones que recibíamos las adaptábamos a nuestra realidad».
Se ríe al contestar la pregunta acerca de si es radical, algo que parece encajar con su perfil. «En mi larga carrera cívica, diríamos, he votado a varios; no tengo partido definido pero sí cierta simpatía hacia el radicalismo aunque no como practicante o militante; la función mía misma me llevó a tener cierta abstención a lo político», subrayó.
«Tenemos un ambiente distinto al que teníamos nosotros cuando realizábamos nuestra tarea», dice Vallejos al momento de reflexionar sobre la Educación hoy. «Seguramente que hoy la mayor necesidad, o la mayor dificultad que tiene, es actualizar la tecnología al sistema educativo; hoy la escuela, calculo yo por lo que converso con quienes están en actividad, necesita mucha tecnología, y nosotros ni siquiera nos hubiéramos podido adaptar; no se que es lo que pasó con el docente de hoy, si puede usar todos esos medios y todas esas cosas que hoy son de uso normal y corriente; el alumno está informado y acostumbrado a todo este modernismo que nos ha afiebrado a quienes tenemos algunos años», reflexionó. Para finalizar deja una frase que sintetiza una realidad y sus sentimientos. «Va muy rápido el mundo de hoy».