Se preveía que esto iba a suceder. Que el peronismo, por dos o tres razones de peso, iba a llegar con un solo candidato a las PASO. El primer punto, que es alcanzar un piso para participar de las elecciones generales, ya está. Porque el peronismo supera con total tranquilidad este piso necesario del 1,5 ó 2% de los votos. Lo que estaba en duda -pero se preveía que no iba a suceder- era si iba a haber otro candidato. Y, finalmente, Enrique Cresto y Martín Piaggio, que fueron los dos que quedaron con sus aspiraciones en danza, después que el gobernador Gustavo Bordet bendijera a Adan Bahl, terminaron el pasado fin de semana de declinar estas expectativas y encolumnarse detrás de la figura de Bahl. Se preveía que iba a quedar un solo candidato en el peronismo por dos o tres razones. Una es que deberían ir contra el aparato oficial. La segunda es que, para armar una patriada de este tipo, se necesitan 100 (cien) candidatos legislativos de toda la provincia. Cada candidato a gobernador debe tener una lista de diputados provinciales, titulares y suplentes, que llegan a 68 y al menos 15 senadores departamentales con sus titulares y suplentes; ahí hay 30 más o sea que llegan a 98 más el gobernador y el vice, dan 100. Y los candidatos a legisladores tienen que ser gente que sume y, además, que esté dispuesta a perder y quedar en el desierto durante dos años porque no hay posibilidades de abrir la lista y en el peronismo el que gana se lleva todo. Y otro factor importante es el tema económico. Según comentaba un dirigente radical, una campaña como la del radicalismo, al día de hoy, sólo la impresión de boletas ronda los $ 180 millones. Es mucha plata la que hay que conseguir para afrontar este desafío. Y el que pierde, pierde todo. El último hito fue el discurso de la vice presidente Cristina Fernández donde, tanto uno como otro, esperaban alguna señal en cuanto a la candidatura presidencial de ella. Pero Cristina Fernández había sido muy clara: cuatro veces dijo que no iba a ser candidata en esta elección. La esperanza es lo último que se pierde.
Eduardo «Wado» de Pedro es el candidato, por ahora, de un sector del kirchnerismo, ni siquiera de todo el kirchnerismo. Se dice que va a ser el candidato que Cristina bendiga. Pero todavía no hay nada de eso. No es el candidato oficial del Frente de Todos, Sergio Massa pretende que hay una candidatura única o una PASO corta. Pero también están en carrera Daniel Scioli, Juan Grabois, el gobernador del Chaco jorge Capitanich, después hay candidaturas testimoniales como las de Claudio Lozano. Son candidaturas donde uno no ve intensiones de bajarse y determinan una PASO poblada en el Frente de Todos. Pueden quedar dos candidatos porque tampoco el peronismo puede darse el lujo de dispersar más los votos porque del otro lado, del lado de Javier Milei, hay una figura con un liderazgo fuerte, con ideas que uno puede compartir o no pero con ideas claras y un mensaje contundente. La sociedad hoy busca y necesita certezas, como en toda crisis, y puede terminar comprando el paquete de Milei. Y acá, en Entre Ríos, hubo unos apoyos a De Pedro, como el del intendente Enrique Cresto, el diputado Néstor Loggio, que se han pronunciado por la figura del ministro del Interior.
Respecto de la posibilidad de que Rogelio Frigerio sea el nuevo gobernador, bueno, hay unos números (que yo no he visto) que los tienen muy optimistas a los peronistas. Creo, además, que al unificar las elecciones provinciales con las nacionales, el panorama cambió. Ya no es lo mismo que en febrero o marzo. Porque Frigerio no va a competir ahora contra Adan Bahl en una boleta corta sino que va a competir en una boleta larga, que tiene un metro con diez centímetros, pegado a un candidato presidencial y la figura de peso, en el peronismo, va a ser Gustavo Bordet. Todas las luces van a esta enfocadas en él. Viene de ganar por una diferencia histórica y es el principal elector que tiene la provincia. Pero Bordet tiene una debilidad muy marcada y es que él no transfiere votos. No tiene la capacidad de decir que haya que votar a una lista y que esa lista resulte ganadora. Ha perdido todas las elecciones nacionales donde ha intentado hacer esa transferencia. Yo no quiero decir que se dio vuelta la taba y que Frigerio puede perder. La última encuesta que vi mostraba que el ex ministro del Interior de Mauricio Macri tenía una ventaja sobre el peronismo pero con un declive, una fuga de votos hacia la Libertad Avanza, aunque con esa merma Frigerio sigue siendo el candidato con más chances de ganar la gobernación. Pero el escenario es distinto y la tendencia va a ser distinta. Y no sé si en Juntos por el Cambio están viendo este cambio de escenario.
Pedro Galimberti ha demostrado una vitalidad importante dentro de Juntos por el Cambio pero no va a poner en riesgo la hegemonía de Frigerio. Ha demostrado un peso importante en las elecciones del 2021 como en esta interna partidaria del radicalismo. Quedó muy bien posicionado. Uno hablaba con la dirigencia frigerista de la UCR y decían en enero que si no ganaban 7 a 3 era un fracaso; en marzo decían 6-4 y una semana antes de las elecciones internas radicales esperaban ganar aunque sea por un voto. Y terminaron ganando por un voto. O sea que Galimberti es una figura muy bien posicionada. Y a partir de ahora se convierte en una figura de proyección.
AUTOR: Juan Bracco. Periodista de Infobae, Valor Local y APFDigital.