CUARENTA Y OCHO DESPIDOS EN EL DIARIO CLARÍN, EL GRUPO MEDIÁTICO CON MÁS PAUTA OFICIAL.

El grupo Clarín despidió el fin de semana a 48 personas (43 de redacción y 5 del área de sistemas) en una nueva exhibición de su impronta. Pero este martes, hace pocas horas, el grupo finalmente debió acatar la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo, que abrió una instancia de diálogo con el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), que emitió un comunicado sosteniendo el estado de alerta y movilización: “Continuamos con las medidas previstas en todo el gremio por la recomposición salarial, como el cese de tareas de prensa escrita convocado para el viernes 21 de abril entre las 14 y las 18hs, que incluirá una asamblea general del SiPreBA frente a las redacciones de Clarín, en Tacuarí 1800.

El sitio digital Lavaca.org acompañó la llegada de trabajadoras y trabajadores a la empresa. Cómo les vallaron la entrada. Los papelitos blancos, el patrón sin patrón, el protocolo violento desde Clarín hasta Elle, pasando por Olé. La proporción entre lo que el Estado le da a Clarín y a los medios sociales. Los mails a quienes por ahora conservan el trabajo, la política del miedo. En la calle, las miradas y relatos frente a la falsa “reconversión digital”.

Hace unas horas dejó de llover en la Ciudad de Buenos Aires y el sol se impone a las nubes, pero el barrio porteño de Constitución amanece gris. Gris y negro. La puerta del diario Clarín –Tacuarí al 1800–, donde la Comisión Interna de trabajadores y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) convocan bien temprano a una conferencia para reclamar por los 48 despidos, está vallada por 37 placas negras que conforman un enrejado dispuesto encima de una bicisenda. Ese muro separa a las y los trabajadores que sí pueden ingresar a su empleo, de quienes el pasado domingo a partir de las 5 de la madrugada recibieron un mail que les comunicaba la destitución, debido a una “reconversión digital”.

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«La misma forma violenta»

Detrás de las rejas, cinco persianas grises yacen totalmente bajas, como quien tiene algo que esconder. De ese lado –del de quienes aún conservan su fuente laboral–, varios fornidos cuarentones vestidos totalmente de negro, son la seguridad privada que contrató Arte Gráfico Editorial Argentino (AGEA) –Grupo Clarín–, para evitar el paso de las personas cesanteadas.

Cecilia Vecchiarelli tiene 41 años y hace 12 trabaja en Clarín, en el área de video: “En 2019 también me habían echado y de la misma forma violenta. Ni siquiera nos llegó un telegrama. Es muy triste. Aunque ya había vivido aquella mala experiencia, esto me duele lo mismo”. Sigue: “Cuando me enteré, el corazón latía con todo, se me salía del cuerpo. Para ellos no somos personas, somos números”.

La lista de 48

Las personas despedidas (43 de redacción y 5 de sistemas) tienen nombre y apellido:

Facundo Amado, Juan Tejedor, Sandra Commisso,Lucía Merle, Miguel Frías, Giuliana Pasquali, Mariana Palm, Leonardo Torressi, Sebastián Sierra,Tony Bosco,Juan Pablo Estévez,Luciana Boglioli,Martín Arena,Tea Alberti,Valeria Castresana,Rodolfo Del Percio,Andrés Delia,Germán García,Adrasti, Cecilia Vecchiarelli, Waldemar Iglesias, Geraldine Mitelman, Sebastián Alonso,Juan Foglia, Mauro Aguilar, César Litvak, Karina Niebla,Julio Rodríguez,Nicolás Daziano,Gabriela Vigo,Matías Bustos Milla, Lucas Aranda,Gustavo Laurnagaray,Gabriel Bermudez,,Melina Bellavigna,,Pablo Ruiz,Laura Andahazi, María Pizzolo, Damián Olschanski,Cecilia Boue, Ricardo Pulgar,Mercedes Pérez,Pedro Angelone,Walter David, Alejandra García, Martín Servioli,Fernando Ugarte, Miguel Middono y Juanjo Santillán.

Nombres, apellidos y un montón de tristeza.

Mujeres abrazadas y el papelito blanco

Luego de conocerse los despidos, el SiPreBA llamó a un paro general del gremio; acto seguido, el Ministerio de Trabajo ordenó la conciliación obligatoria que instaba a la empresa a retrotraer la situación. Sin embargo, el lunes el holding de medios se excusó de participar en la primera audiencia convocada por el ministerio, pese a que había enviado un correo a sus empleados que aseguraba acatar la conciliación obligatoria.

Por eso, de este lado de la reja estaba el lunes Valeria Castresana, del área Mesa Visual, pidiendo entrar a las instalaciones. Cosa que le negaron. Quiso entrar por su celular al programa con el que trabajaba y comprobó que su ingreso también está bloqueado. Y no quería hablar, porque ya estaba todo dicho.

A unos metros está María Pizzolo, directora de arte de la revista Elle hasta hace 48 horas. Habla, como puede; se le entrecorta la voz. Dice que hace 29 años trabajó en la empresa “siempre de manera comprometida”. Y no puede decir más porque le gana el llanto.

Se le acerca Mariana Palm, otra de las despedidas. Diseñadora gráfica de Olé durante 23 años, hace un par de meses había pasado a la revista Elle. Lleva anteojos negros. Se abrazan; lloran juntas.

Se les acerca Tea Alberti, que está en Clarín desde hace tres décadas. Es editora, dice que el fin de semana trabajó en las elecciones de Río Negro y Neuquén, y dice también que no la dejan entrar a trabajar. “No me llegó ninguna notificación, pero en la puerta me dijeron que tengo prohibida la entrada. Sufro un problema de salud y me pone muy mal esta situación”.

Se le extinguen las palabras. Y ya no dice más. Las tres se acercan a la reja y un hombre les entrega un papelito blanco, con letras negras impresas en computadora. Un papelito de no más de 30 centímetros de ancho por 5 cinco de alto. Un papelito que informa: “Teléfonos celulares a los cuales debe llamar la gente desvinculada”. Debajo, dos números. La desolación total.

El protocolo de un despido

Oscar Barnade es delegado de la comisión interna de Clarín. Hace 29 años que trabaja en el diario: “Es un momento difícil, como sucedió con los despidos en el 2000 y el 2019. Se repite el protocolo inhumano, violento, hacen mucho daño con sus formas, con sus listas, con sus mentiras, sin permitirles ingresar ni siquiera para buscar sus objetos personales. Dicen que los despidos son por reconversión digital, cuando a muchos que echaron son de diseño, video, redes sociales. O sea, no hay un criterio lógico”.

Con un puñado de palabras que parece formar un trabalenguas, resume: “Clarín Mil millones de pauta.

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Uno de sus compañeros en la comisión interna es Matías Cervilla. Recuerda: “No es casual la fecha que eligió la empresa: hace 4 años exactos Clarín despidió a 65 personas. Quieren amedrentarnos, porque así como los despidos no son por la reconversión digital, tampoco el problema es económico. De hecho, la masa salarial total de los compañeros despedidos equivale a 5 pesos de cada 100 que ganan los directivos del grupo Clarín. Lo que dicen y hacen es todo falso, descarado y cínico”.

El Grupo Clarín es el oligopolio mediático más grande del país. Según los últimos datos oficiales hasta abril de 2022, el conglomerado recibió el 12,5% del total de la pauta oficial, con más de $1.000 millones. O sea, $1 de cada $8 invertidos por el gobierno nacional fue destinado a las arcas de esta corporación.

La Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios sacó una cuenta reveladora: un medio comunitario necesita 34 años para recibir lo que Clarín obtiene en un mes.

En paralelo al mail de despido, la empresa enviaba otro correo a las y los trabajadores que no habían sido sentenciados a abandonar la sede de Tacuarí. Lo firmó Héctor Aranda, el CEO. Un extracto: “Clarín acelera hoy la reconversión para adecuarse a las exigencias del periodismo digital. A la vez, renueva su compromiso de sostener los productos impresos relevantes para nuestros lectores. Contamos con vos para continuar juntos en esta tarea”.

Leo Torresi integra el área de Video. Llegó al diario hace 29 años. Con su historia, pone en jaque a la reconversión digital como argumento de los despidos: “Entré al diario como redactor, y escribí durante más de diez años. Y ante el cambio de época, que lo entendimos, pedí el cambio al sector audiovisual. Aprendí a editar videos e hice un montón de cursos. La reconversión digital acá empezó hace veinte años, cuando nació la página web. Si no nos hubiésemos reconvertido, no habríamos laburado hasta ahora. O sea, esa explicación es mentira”.

Pasteurización periodística y desobediencia

Torresi cita a Rodolfo Del Percio, el “Tano”, como el responsable de montar Clarín TV hace más de 10 años. El “Tano” tiene 67 años y lleva puesta una gorra blanca y celeste. Desde 1978 trabaja en los medios. Cubrió, por ejemplo, la Guerra de Malvinas y el Mundial 86. “Acá, armamos el primer estudio de televisión en una redacción” dice, antes de afirmar que estaba cerca de jubilarse: “No estaba lejos de la salida, pero no esperaba que fuera tan convulsiva. Más que por mí, la preocupación es por los más jóvenes. Veo con tristeza que la profesión se está pasteurizando. Antes no podíamos publicar una noticia sin tener tres fuentes, y hoy cualquiera dice lo que sea. No interesa la calidad ni la idoneidad, sino la obediencia; y este es un trabajo para desobedientes”.

Añade lo que cree el trasfondo de los despidos: “A mí no me favoreció mi militancia de siempre en la comisión interna. Al 80% de las personas que echaron, es por la lucha sindical. No pueden hablar de la reconversión digital, si echaron a un montón que no trabajamos en el papel”.

Concluye: “Lo que busca esto es disciplinar, que muchos compañeros nos den vuelta la cara, como si estuviéramos apestados. Así educan a los nuevos: con palos y palos, con sueldos de mierda y con miedo”.

«En caída libre»

Karina Niebla, de la sección Ciudad; y Sandra Commisso, de Espectáculos, se acercan a la reja separadora. Esperan un milagro que no sucede. La respuesta es la nada misma. Explica Sandra: “Estoy aturdida, hace 32 años que trabajo en el diario y no deja de sorprenderme, una vez más, el modo violento para despedir a 48 personas; es lo que más me duele. Las formas de Clarín siempre son las peores: entrada vallada, desprolijidades, mails a la madrugada, todo es bajeza, pero también es coherente con lo que fueron otros despidos”.

Agrega Karina: “Me sorprende y al mismo tiempo ya no me sorprende nada el destrato a los empleados, la desconsideración. Ni bien me enteré sentí un shock inicial, no sabía qué hacer; sentí como si me sacaran el piso y me fuera a pique.

El periodismo no es negocio

Sandra: “Me da bronca que encima hagan los despidos a nombre de mejorar al periodismo, cuando reducen el personal y precarizan la profesión. En Espectáculos éramos dos, ahora queda una persona nada más”. Karina: “El periodismo no es negocio para la empresa y eso queda en evidencia: ahora en la sección Ciudad queda sólo una persona”.

Al terminar la conferencia de prensa, en el Ministerio de Trabajo se llevó a cabo la segunda audiencia, a la que sí concurrió la empresa, junto a los representantes gremiales y el Ministerio. El Grupo Clarín expresó que acatará la conciliación obligatoria. “Se abrió una instancia de diálogo y habrá que ver cómo sigue. Por ahora, esto no significa nada, ni hay que generar expectativas”dice Agustín Lecchi, secretario general de SiPreBA, al salir de la reunión. Oscar Barnade, delegado de Clarín, expresa que la situación le da bronca “pero también mucha fuerza para seguir”. Cecilia Vecchiarelli, una de las despedidas, mira hacia adelante. Una forma de resistir, y una apuesta: “Pese a todo lo que estamos viviendo, tengo claro dos cosas: que ya no quiero seguir trabajando en esta empresa y que este despido no hará que me sienta desvalorizada. Tenemos que pensar que el camino que viene será brillante”.

 

 

 

 

Sobre el Autor

Carlos Suarez
Periodista egresado del ISET N° 18 "20 de Junio" de Rosario, S.F. en 1990. Participó del Primer Congreso Internacional de la Comunicación y el Periodismo en 1998. Colaboró con el programa LA OREJA de Radio Rivadavia conducido por Quique Pesoa en 1992. A partir del 1 de octubre de 2018 condujo VIVA LA MAÑANA por Radio Viva 104.9 de Federación, E.R. En este 2019/2020 administra y redacta en esta página Federación al Día. A partir del 29 de junio de 2020 volvió a FM Stereo 99.3 con el clásico "Demasiado temprano para mentiras", desde las 7 de la mañana. En marzo de 2021 comenzó el nuevo ciclo "La Mañana de Uno" por la 106.1, de lunes a viernes y de 9 a 12 de la mañana.