SI DE FESTEJOS SE TRATA.

¿Qué querés decir vos? ¿Que al intendente le gusta la joda o que los pobres no tienen derecho a recordar el 1979? 

«Si no hubieran traído al Polaco y a los Majestuosos gratis no hubiera ido nadie, mirá lo que pasó el año pasado». Algo de verdad asiste a la vecina que dice esto y prefiere que su nombre no se publique aquí. Y esta verdad, que puede tener sus bemoles pero posee un alto porcentaje de sentido común, se suma a otro pensamiento: no importa qué gestión municipal haga el cumpleaños de Federación, si hay pan y circo la gente compra. ¿Cuánto costó el cumpleaños de la ciudad? ¿Importa? No estoy de acuerdo con que mejor hubiera sido aumentarles a los empleados municipales que hacer la fiesta. A ver. Esperá un poquito, dirá alguien ¿No darles el aumento de un 8% faltante a quienes arreglan el alumbrado público, te levantan la basura, te dan el agua y trabajan día tras día? Esta dicotomía ¿es discutible? ¿Fiesta popular versus el pago de deudas? Hmm…

Pero estas ideas desordenadas no debieron rumbear para ese lado. Lo que pretendía era preguntar y preguntarme hasta qué punto los barrios populares, los más empobrecidos, los de CAFESG, tienen conciencia del traslado, de aquellas penurias, aquellas angustias. ¿Realmente eso es parte del ADN del pueblo o sólo de las clases medias que vieron interrumpidos sus negocios por la Dictadura y el traslado compulsivo? La memoria me trae los recuerdos de cuando estaba en la escuela secundaria, el Instituto «Domingo Faustino Sarmiento», y nos llevaron a la Municipalidad para ver y oír el debate de los dueños de los aserraderos, la curtiembre y otros negocios grandes con el ministro del Interior, Albano Harguindeguy. Este mal nacido le dijo entonces a Nona Miller (en otra oportunidad, no en la Municipalidad esa vez) que todos deberíamos comprarnos 1000 carpas e irnos «a la mierda». Anécdotas aparte, le dije una vez a Ernesto Silvestri que ellos podían reclamar porque eran vistos como pares por aquellos que habían echado a Isabelita.

Pero, volvamos a lo anterior ¿Las mayorías populares (como diría el colega y senador de Santa Fe, Carlos del Frade) tienen en sus sentimientos profundos el desarraigo, la angustia, el llegar a una ciudad sin terminar? ¿Importa eso ahora? ¿Importa cuando se dirimen los problemas a balazos, cuando hay que soportar el aumento de los alimentos todas las semanas? Raúl Combis me dijo una vez que no hay que ser voluntarista. No hay que intentar ponerse en los pies del otro desde la lástima. No es la idea de este escrito.

«Si no hubieran traído al Polaco y a los Majestuosos gratis no hubiera ido nadie, mirá lo que pasó el año pasado». Algo de verdad asiste a la vecina que dice esto y prefiere que su nombre no se publique aquí. Y esta verdad, que puede tener sus bemoles pero posee un alto porcentaje de sentido común, se suma a otro pensamiento: no importa qué gestión municipal haga el cumpleaños de Federación, si hay pan y circo la gente compra. ¿Es Ricardo Bravo el intendente fiestero que se comenta en los corrillos? ¿Está mal que así sea? Desde tiempos lejanos la gente se reúne a festejar una vez por año el nacimiento y los cumpleaños, una buena cosecha, el haber andado bien en los estudios y cosas así. El desahogo de cada fin de semana no está mal si no termina en un hecho de sangre y trompadas. Dejemos para otro análisis que esta pudo ser la última fiesta de cumpleaños de Federación de esta gestión. El tiempo (y los votos) dirá.

Reitero. Lo que pretendía era preguntar y preguntarme hasta qué punto los barrios populares, los más empobrecidos, los de CAFESG, tienen conciencia del traslado, de aquellas penurias, aquellas angustias. ¿Realmente eso es parte del ADN del pueblo o sólo de las clases medias que vieron interrumpidos sus negocios por la Dictadura y el traslado compulsivo? Siempre me acuerdo de un grafitti pintado en una pared. Decía: «no me lloren, crezcan» y lo firmaban apócrifamente Gardel. Tal vez mucha gente haya hecho eso, crecer en lugar de llorar. Ya lo dice la canción del Gaby Orellana, «basta de llorar por lo perdido…» Justamente la canción se llama «la Resurrección» ¿No?

 

Sobre el Autor

Carlos Suarez
Periodista egresado del ISET N° 18 "20 de Junio" de Rosario, S.F. en 1990. Participó del Primer Congreso Internacional de la Comunicación y el Periodismo en 1998. Colaboró con el programa LA OREJA de Radio Rivadavia conducido por Quique Pesoa en 1992. A partir del 1 de octubre de 2018 condujo VIVA LA MAÑANA por Radio Viva 104.9 de Federación, E.R. En este 2019/2020 administra y redacta en esta página Federación al Día. A partir del 29 de junio de 2020 volvió a FM Stereo 99.3 con el clásico "Demasiado temprano para mentiras", desde las 7 de la mañana. En marzo de 2021 comenzó el nuevo ciclo "La Mañana de Uno" por la 106.1, de lunes a viernes y de 9 a 12 de la mañana.