Argentina-Francia, la quinta final que veo. Ganamos dos, la del 78 y 86, perdimos 90 y 2014, ambas con alemanes, ambas con dudas pero bueno, también tuvimos una que…en fin. Y en el 94, Estados Unidos no quería que Maradona fuera campeón. Aquél equipo del Coco Basile enamoraba como el de Scaloni. Igual anotemos algo, para los que juegan a bajar la autoestima argentina: de los últimos tres mundiales, llegamos a la final en dos. Fueron Alemania-Argentina, Francia-Croacia y Argentina-Francia. Digo, nomás. Pero bueno, ahora es Messi, el heredero de la magia y una Selección con alegría, que transmite, un equipo con personalidad y la muestra de un proyecto tipo política de Estado que debe continuar, aún si no nos va bien. ¿Qué puede pasar en el partido final? Obviamente, como decía Panzeri, el fútbol es la dinámica de lo impensado. Pero estuve viendo videos de Francia, porque a Argentina ya lo conocemos. Equipo raro, Francia. Es malo en defensa y muy bueno en ataque. Tanto, que confía en Mbappe y sus socios. Equipo extraño, sin mediocampo. Equipo vertical que mira al arco de enfrente todo el tiempo, que cree que los errores defensivos serán cubiertos por el ataque. No le interesa tener la pelota, sino buscar lastimar al rival. Atrás se comen todas. Es muy probable que hagan goles esos fenómenos. El riesgo de Argentina es perder la pelota en cualquier ámbito de la cancha, porque los franceses hacen pases de 50 metros. Para ellos el mediocampo es una oficina que prefieren no visitar, o salir en segundos de la defensa al ataque. Un poco como el Brasil del 70, apuestan a hacer tantos goles que no les importa si les convierten. Es más africano que francés el equipo, pero es otra historia. A los africanos los desprecian y les dan los peores trabajos en la vida cotidiana, salvo que sea una estrella del fútbol y le regalan glamour. Es inevitable pensar en el baile que nos dieron en 2018, una mejor Francia a una peor Argentina. Sin embargo, ese partido terminó 4-3 y era para 5-1. Hoy las cosas son distintas, creo. Lindo desafío para Scaloni el partido final. Francia es Holanda con más técnica en la ofensiva. Imagino un partido con varios goles y que podría ganar Argentina porque las delanteras son ambas muy buenas, pero en defensa es mejor la nuestra. Será una gran final entre los dos mejores del Mundial. Y los nuestros, que vayan por la gloria. Los sobrenombres son de compañeros de la escuela, fijate. El Pulga, el Dibu, Cachete, el Cuti, el Huevo, el Ota, el Fideo, la Araña… El padre de Enzo es empleado metalúrgico, la mamá de Julián es maestra jardinera…seguro varios de ellos tienen abuelos jubilados que apenas pueden pagar el cable. Después de este diciembre, que Papá Noel lleve los colores de Argentina, dejemos de importar lo que no necesitamos y creamos más en nosotros. Igual, si no ganamos, no fusilemos a los que están marcando un camino.
AUTOR: Fabián Magnotta.-